FC Barcelona

La generación del 95: el sueño inacabado del último grupo de elegidos

Samper, Toral, Bellerín, Keita Balde.... Wenger quedó maravillado con un cadete histórico. Era 2010 y la futura columna vertebral del primer equipo parecía estar en ese grupo. Seis años después, analizamos qué fue de aquella Generación de Oro     

Bellerín triunfa ahora en el Arsenal

Bellerín triunfa ahora en el Arsenal / sport

Dídac Peyret

"En la generación del 95 está el futuro del primer equipo". La frase tiene menos de dos años, salió de dentro del club (la dijo Eusebio, entonces entrenador del filial) y refleja el sentir que había con un grupo de futbolistas elegidos. Con una de esas camadas que se convierten en la comidilla de las inferiores. 

"Se trabajaba pensando que tocarían el primer equipo"

Una percepción que no ha cambiado sobre un grupo de futbolistas que formaron uno de los cadetes más dominantes de los últimos tiempos. Era el año 2010 y Samper, Toral, Bellerín, Grimaldo, Keita Balde y compañía causaban estragos en los campos de Catalunya

"Es de esas generaciones en las que, además de calidad individual, hay trabajo diario. Y si había alguna cosa, todo se tranquilizó con la salida de Keita Balde, que tenía sus cosas. Era un equipo que entrenaba muy bien, disciplinado. A nivel individual había mucha matería prima; y se trabajaba pensando que dos o tres tocarían primer equipo. Es un caso parecido a la otra última gran generación, la del  91, con Thiago, Bartra, Assulin, Tello...", recuerdan en el club.

En ese cadete no estaban ni Dongou, que ya participaba con el juvenil B, ni Munir que llegaría el curso siguiente. Ambos también del 95. El que sí que estaba, al menos durante unos meses, era Keita Balde que terminó cedidó en el Cornellà, antes de irse definitivamente por problemas disciplinarios.

El actual delantero de la Lazio era uno de los pocos elementos discordantes de un vestuario muy familiar y un grupo de jugadores, cuya columna vertebral se conocía desde el Alevín B.

La irrupción de wenger

Antes de que dieran el salto al cadete A, Sergi Domènech quedó impresionado con el potencial de esos jovencísimos futbolistas. "Son unos chicos ejemplares y creo que estamos ante la mejor generación de la cantera del Barça después de la quinta de Piqué, Cesc y Messi. Nunca he tenido un grupo como este, que reúna todas las cualidades ideales para el Barça", explicó en los medios del club el año 2010.

En el cadete pronto se notó la mano de Garcia Pimienta, en un equipo formidable. Su nivel no pasó desapercibido para Wenger, que pronto se puso manos a la obra. Quería a tres futbolistas de este equipo para el Arsenal. La primera opción era Jon Toral, pero también quería llevarse a Samper y Bellerín.

Al primero no le costó convencerle."Me hubiera hecho ilusión llegar al primer equipo del Barça pero mi sueño era la Premier. Siempre le decía a mi familia: ¡Hostia, me gustaría jugar en Inglaterra! Veía muchos partidos por la televisión". Toral, de madre inglesa, era un canterano que soñaba con la Premier. Al segundo no hubo forma de sacarlo de La Masia, porque Samper es un culé militante. Y con Bellerín el acuerdo llegó a última hora.

Por aquel entonces en el club la prioridad era asegurase la continuidad de Samper. "Roger Riera era el jugador que apretaba a sus compañeros. Pero el líder del equipo en el césped era Samper. Se le veía como un jugador con un perfil claro de primer equipo", recuerdan en la casa. El perfil de Toral recordaba a Sergi Roberto. Y con Bellerín muy pocos imaginaban que ahora estaría siendo protagonista en el primer equipo del Arsenal "Era un buen lateral, ya era muy rápido, pero había otros laterales en la casa que se veían a un nivel parecido".

En el once inicial de ese cadete había nombres ilustres y otros menos conocidos. Pol Ballesté (Cádiz), Marc Navarro (Espanyol B), Roger Riera (Celta B), Pol Garcia (Juventus, cedido al Crotone); Grimaldo (Benfica); Samper (Barça), Simón Colina (Partick Thistle); Jon Toral (Arsenal), Bellerín (Arsenal), Sandro (Barça), Iván Romano (Montañesa).

Ondoa (Gimnàstic de Tarragona) compartía la titularidad con el meta Ballesté. Godswill era el gran comodín del equipo, ya que ocupaba tanto el lateral derecho como el centro del campo en un equipo con muchas variantes. Y Bellerín jugaba la mayoría de encuentros como extremo derecho, a pesar de que en uno de los grandes partidos del campeonato -en el campo del Espanyol- García Pimienta ya lo usó como lateral derecho, la posición en la que se ha convetrtido en uno de los jugadores con más potencial de Europa.

Han pasado seis años desde que esta generación irrumpiera a lo grande. Como los cracks de la generación del 87; con Messi, Cesc y Piqué a la cabeza. Como la del 91, con Thiago, Assulin, Bartra, Oriol Romeu y Tello. Muchos parecían tenerlo todo para consolidarse en el primer equipo, pero muy pocos lo lograron. 

Con la generación del 95, el sueño se truncó para la mayoría. Munir y Samper son el último reducto de una generación que parecía llamada a comandar la excelencia del primer equipo. "Esto es el Barça. En otro equipo la mayoría formarían ahora la columna vertebral del primer equipo", recuerdan algunos técnicos consultados, conscientes de la crudeza del proceso selectivo del Barça.