Bartra, Tello, Cuenca, Riverola, Gai...

La generación perdida o cómo desaprovechar un equipo lleno de talento

Lo tenían todo para triunfar en el Barça pero el tiempo ha desintegrado la generación del '91, un grupo de jugadores que ha tenido que buscarse la vida lejos del Camp Nou

La generación del 91 impresionó al club por su calidad

La generación del 91 impresionó al club por su calidad / sport

Toni Juanmartí

“Antes apostaban por los de casa y ahora apuestan más por los de fuera”. Así de claro resume Toni Vela la situación de la maravillosa generación del 91, un equipo plagado de promesas al que el Barça no ha sabido sacar partido. De hecho, Marc Bartra y Martín Montoya son los únicos que todavía visten de azulgrana. El resto, es decir, Oriol Torres, Carles Planas, Marc Hernández, Gai Assulin, Álex Sánchez, Isaac Cuenca, Carlos Martínez, Cristian Tello, Martí Riverola y el propio Toni Vela no han podido cumplir el sueño que tenían cuando todos juntos formaban un equipo de ensueño: triunfar en el Camp Nou.

Aquel ‘Infantil B’ daba espectáculo jugando. “Es el mejor equipo en el que he jugado. Solo hay que ver dónde están la mayoría…”, nos explica Vela, jugador del Olímpic de Xàtiva. Como él, sus excompañeros también han tenido que ir descubriendo que hay vida más allá del Barça. Uno detrás de otro, los miembros de aquella plantilla de lujo han ido haciendo las maletas, desintegrando una generación a la que el club no ha sabido ni cuidar ni sacar partido.

Es cierto que las expectativas que puede generar un niño pueden convertirse en ficticias con el paso de los años, ya sea porque el crecimiento futbolístico se estanca o por cualquier otro motivo. Sin embargo, el hecho de que ningún miembro de ese gran equipo haya conseguido triunfar en el Barça deja una fácil conclusión: es el club quien no ha sabido pulir una auténtica mina de talento.

La mayoría de ellos no se han ido muy lejos. Carles Planas (Celta), Gai Assulin (Mallorca), Isaac Cuenca (Deportivo), Martí Riverola (Mallorca), Toni Vela (Xàtiva) y Álex Sánchez (Valencia Mestalla) siguen en España, mientras que Cristian Tello busca su sitio en el Oporto de Julen Lopetegui. Oriol Torres, Marc Hernández y Carlos Martínez, en cambio, no forman parte de ningún equipo profesional a día de hoy.

Han pasado muchos años y entre ellos han perdido el contacto, pero saben que les une algo especial. “Por ejemplo, con Montoya me llevaba muy bien, y aunque no hablo con él –nuestros padres sí tienen relación-, sé que si necesito algo no me fallará.  De pequeños íbamos juntos a todas partes”, explica Vela, que considera que Gai Assulin es el mejor jugador con el que ha jugado nunca.

Por su parte, Marc Hernández ha tenido que dejar el fútbol a causa de las lesiones. “Cuando veo a algunos de ellos en la tele jugando la Champions siento mucha alegría, les deseo lo mejor porque son todos unos cracks”, comenta Marc. El actual estudiante de economia en la Universitat de Barcelona también cree que Gai era quien más despuntaba. Y recuerda otras anécdotas. “Tello hace lo mismo que hacía de pequeño: esa velocidad de cintura y la colocación al palo largo…” explica el que fuera capitán de aquel ‘Infantil B’, el primer equipo del Barça en ganar el torneo internacional de Maspalomas.

A diferencia de Vela, Hernández cree que si ninguno de ellos ha triunfado en el Barça es por culpa “de haber coincidido con el mejor Barça de la historia”. “No es fácil quitarle el sitio a los Alves, Piqué, Mascherano, Messi…”, añade antes de dejar un mensaje envenenado. “En el fútbol, como en todas las empresas, hay muchos ‘enchufes’ e intereses, pero el que es bueno no necesita negociaciones…”.

Y estos chicos eran –y son- buenos, pero precisamente ese año las cosas no salieron como se esperaba a nivel de resultados. “En alevín ‘A’ sí lo ganamos prácticamente todo, pero el cambio de categoría nos costó, sobre todo a nivel físico. De hecho, creo que el año fue de los peores, ya que quedamos terceros o cuartos”, comenta el jugador del Mallorca Martí Riverola.

“Con Carles Planas, Álex Sánchez, Bartra y algunos del 1992 nos vemos cada año. De hecho, Oriol Romeu y Thiago vinieron a mi fiesta de despedida antes de irme a jugar a Italia”, revela el ex del Bolonia. Hay que recordar que Oriol Romeu y Thiago no estaban en aquel ‘Infantil B’, pero, como Rubén Rochina, también son nacidos en el 91.

Riverola cree que sus excompañeros “podrían ser jugadores muy valiosos para el primer equipo del Barça”. Sin embargo, “el club encontró activos diferentes”.

“Es extraño que algunos no se hayan afianzado. Pero Bartra sí lo tiene cerca, y más tras el partido que hizo ante el PSG”, opina.

Sobre la posibilidad de volver a vestir la camiseta del Barça algún dia, Riverola admite que no piensa en ello porque “es una opción muy lejana” pero el sueño de triunfar de azulgrana siempre está ahí.

Más optimista es Sergio Lobera, que fue entrenador de la generación del '91 en las categorías de 'Alevín A' e 'Infantil 'A'. "Hay muchos jugadores de este grupo que han jugado en Primera, y esto ya es un éxito. Hay que tener en cuenta la dificultad que representa llegar al primer equipo del Barça. Algunos llegaron, aunque es cierto que ninguno con la continuidad suficiente. Se necesita paciencia. Por ejemplo, Xavi era discutido al principio y luego ha demostrado ser el mejor centrocampista del mundo", afirma.

"El tiempo va haciendo madurar a los jugadores. Son ciclos y seguro que a ellos también les llegará la oportunidad. Creo que todavía es pronto para hacer una valoración negativa. Es evidente, eso sí, que no hay sitio para todo", agrega Lobera a la vez que pone los casos de Cesc y Piqué como ejemplos de que irse del Barça no significa no regresas nunca más.

Solo el tiempo dirá si el tren del Barça ya ha pasado para estos jugadores. De ser así, el club azulgrana habrá desaprovechado una quinta repleta de talento. La situación actual no invita al optimismo, pero, tirando de tópico, en fútbol nunca se sabe...