PLANETA BARÇA

Keita fue cedido por una broma en el Barça... y luego se marchó despechado

La carrera de Balde Diao Keita, que marcó el pasado domingo su primer gol con la Lazio, quedó marcada por una broma, un castigo, una rebelión y una escapada que le sacaron del Barça en su primer año de juvenil

Jordi Blanco

El chaval, de 18 años y nacido en Arbúcies, fue reclutado por el Barça en 2004 y escalando en la cantera del club hasta que en 2010 quebró una carrera que se adivinaba espectacular. Futbolista de banda con un quiebro fuera de lo común, llevaba casi 300 goles en las categorías inferiores cuando fue seleccionado para acudir, en 2010, a una gira en Qatar.

Durante esta, una noche, no tuvo otra ocurrencia que gastar una broma a su compañero de habitación, al que colocó cubitos de hielo en la cama. Y allí estalló todo.

Aunque desde el club nadie lo confirma, en Italia se da por hecho que fue Guardiola en primera persona el que decidió castigarlo de manera severa. Pep, afirman, tutelaba muy de cerca los progresos del chaval y en el Barça decidieron castigarle cediéndole al Cornellà de cara al siguiente curso.

Un año y 47 goles después Keita se plantó no queriendo reintegrarse a la disciplina del Barça y entre todas las ofertas que se le agolparon sorprendió aceptando la de la Lazio (club conocido por su entorno racista), por encima de Real Madrid, Juventus y varios clubs ingleses que quisieron ficharle.

Con un pago de 300.000 euros, el joven catalán pasó a las categorías inferiores de la Lazio hasta que el pasado quince de septiembre Vladimir Petkovic le regaló un minuto de debut frente al Chievo en la Serie A.

A partir de ahí Keita ha jugado otros siete partidos en el primer equipo laziale, cuatro de ellos en el once titular, y el domingo, en Parma, marcó su primer gol.

En Roma tiene contrato por dos años más y la Lazio es consciente de tener un verdadero diamante en este chaval al que una broma apartó del Barça en una decisión que hoy se aventura, cuanto menos, discutible.