¡Estalla la Liga!

Garteh Bale, que no fue titular, mostró su desolación por la derrota

Garteh Bale, que no fue titular, mostró su desolación por la derrota / AFP

Toni Frieros

Toni Frieros

El Real Madrid se estrelló en Mestalla. Tenía en sus manos alejarse a cuatro puntos del Barça (teniendo todavía pendiente de jugar el partido aplazado ante el Celta) y falló. Contaba con dos comodines escondidos en su manga y ya ha desperdiciado uno. Y lo hizo con su equipo de gala y todo su arsenal sobre el terreno de juego.  

La presión, por lo visto, también atenaza a un Madrid que, aunque convirtió el partido en un asedio sin fin a la portería del Valencia, ya perdía por dos goles cuando todavía no se habían cumplido los diez minutos de partido. Y hubiera podido ser peor…

Un encuentro, por cierto, en el que también jugó el Barça. Estuvo sin estar. De hecho, en las oficinas del Camp Nou estuvieron muy pendientes de las evoluciones del Valencia-Madrid, cuyo desenlace final sentó como una bocanada de aire fresco en algunos miembros de la junta directiva y entre altos ejecutivos. Sin saltar al terreno de juego, el Barça de Luis Enrique se ha reenganchado a la Liga. Es cierto que quien sigue mandando es el Madrid y que todavía quedan por disputarse la friolera de nueve partidos hasta que los dos rivales se vean las caras en el clásico del 23 de marzo, el Día de Sant Jordi, en el Santiago Bernabéu.

El clásico

Es imposible saber o adivinar cómo llegarán ambos conjuntos a esa cita, si bien lo más lógico sería pensar que el desenlace de la Liga podría conocerse en esa jornada, la 33. El calendario es lo suficientemente amplio como para hacer ahora cábalas o conjeturas. En cualquier campo, ante cualquier rival, Madrid y Barça pueden dejarse puntos. Se ha podido constatar en el transcurrir de esta temporada.

Lo que ocurrió ayer en Mestalla es una lección de la que debe aprender el Barça si, de verdad, aspirar a revalidar el título. El Madrid, sin querer, le ha vuelto a dar una oportunidad de oro para seguir creyendo. Lo que hace falta ahora es que no la desperdicie y deje de caminar por el alambre como un funambulista. Los retos se le amontonan al Barça. Primero, no perder comba en la Liga y seguir la estela de un Madrid que ya no es tan inalcanzable. Y segundo, firmar una gesta histórica y eliminar al PSG en la Champions League. Tanto lo uno como lo otro está en sus manos. 

Si el fútbol es un estado de ánimo, el de los socios y aficionados del Barça ha mejorado en las últimas horas respecto a los dos últimos partidos. La mejor manera de olvidar (momentáneamente) París y el susto ante el Leganés, es encontrarse con el inesperado regalo del Real Madrid en Valencia. Desde luego la Liga está que arde.