Todos los detalles de la noche más movida de Xavi

La imagen del técnico, apartando a Aleñá camino del vestuario, fue una de las imágenes de un partido de alto voltaje

Se fue desquiciando con el plan del Getafe y las decisiones del árbitro. Tras el partido envió un mensaje muy contundente

Xavi Hernández abandona el Coliseum Alfonso Pérez tras ser expulsado

Xavi Hernández abandona el Coliseum Alfonso Pérez tras ser expulsado / Valentí Enrich

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La noche más movida de Xavi no empezó como terminó. Vestido de azul marino casi negro se impuso, de entrada, no entrar en el juego del Getafe. Incluso en la previa, esquivó las palabras de Bordalás, que empezó a jugar su partido mucho antes. Lo que ocurrió para que Xavi empezara contenido y acabara desquiciado sin poder dirigir a los suyos fue una escalada de indignación a la que contribuyó el Getafe y el colegiado Soto Grado.

El conjunto de Bordalás empezó y acabó el partido con la misma idea: que se jugara lo menos imposible, dando por bueno un empate sin goles. Para lograrlo llevó el partido a un escenario desagradable. El del engañó, el juego sin balón y una agresividad latente que se mantuvo todo el encuentro.

La mecha se fue encendiendo, también la de Xavi, que tampoco estaba satisfecho con sus jugadores. “Uno-dos toques”, les pedía. También que abrieran el campo con especial fijación en Raphinha. La imagen al descanso fue Xavi apartando a Aleñá en plena discusión con el excanterano del Barça. Formado en La Masia, para sobrevivir en el Getafe de Bordalás ha amoldado su juego al cemento del equipo. La temporada pasada fue el jugador del equipo que más faltas cometió y ayer en cada disputa dejó algún recado. No le gustó a Xavi que se lo recriminó a gritos, camino del vestuario.

La segunda parte fue de alto voltaje para Xavi que acabó expulsado, viendo el partido desde donde pudo: primero desde una cabina en las gradas y después desde el túnel de vestuario. Soto Grado expulsó al técnico, que reclamaba una falta a Abde y las insistentes faltas del Getafe. Xavi no se lo podía creer: “¿A mí? ¿Qué le he dicho?”, gritabas al cuarto árbitro. La puesta en escena de su expulsión encendió las gradas del Coliseum, que lo despidió con una sonora bronca. Xavi, visiblemente frustrado, tuvo tiempo de regalarle un recuerdo de por vida a un niño, tendiéndole la mano, mientras salía del césped entre insultos. Su hermano Óscar se hizo cargo del equipo en la recta final del partido, mientras

Xavi se seguió calentando desde las gradas. Quedó claro en sus declaraciones tras el partido. “Si este partido tiene que ser el producto de LaLiga, es una vergüenza, con lo de hoy es normal si la gente no quiere ver fútbol”. El técnico se quejó del penalti no pitado a Araujo, de las interrupciones constantes y del plan del Getafe. La lista de agravios del técnico fue infinita es una noche más movida. Estaba avisado el Barça: no hay campo más desagradable para los azulgrana que el Coliuseum y el Getafe de Bordalás.