Historia SPORT

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El Barça, una trituradora de entrenadores

El entorno y la idiosincrasia del club hace que muchos entrenadores se vean superados por la magnitud y la velocidad de este transatlántico llamado FC Barcelona

El técnico que ha estado más temporadas en el cargo durante este siglo ha sido Rijkaard (5), por detrás de Cruyff (8) hace ya 30 años

Xavi: "No me queda otra que aceptarlo, Laporta es el que decide"

En su última rueda de prensa, Xavi reconoce que "estaba con la ilusión de seguir" / Perform

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Cuando decimos que el Barça es uno de los clubes más exigentes del mundo -por no decir el que más-, nos referimos a motivos como el que explicaremos a continuación. El ruido que se genera alrededor de esta entidad no es comparable con la de otro club de LaLiga y todas las decisiones deportivas, para bien o para mal, recaen siempre sobre el entrenador.

Por ello, una de las recomendaciones a la hora de contratar un nuevo técnico es que conozca la 'casa' y su idiosincrasia para, así, evitar casos como los del Tata Martino o Quique Setién, quienes se vieron superados por la magnitud y velocidad de este transatlántico llamado FC Barcelona.

El banquillo blaugrana es uno de los que más quema. La imperiosa necesidad de que el Barça gane títulos y lo haga con un fútbol atractivo para el espectador no es soportable para cualquier mortal. En ocasiones, puede hasta ser desagradable desempeñar este cargo y solo un profundo amor por este club puede continuar siendo uno de los motores para seguir entrenando día tras día.

A ello, tenemos que añadirle un nivel de dificultad mayor, como si de un videojuego se tratase, cuando la entidad está atravesando una profunda crisis financiera, con una deuda multimillonaria desde hace años, que le obliga a rendir bien y rápido para tratar de revertir esta situación a la mayor celeridad posible. Una utopía, vaya.

Desfile de despidos prematuros

Tal es la presión a la que se somete el entrenador del Barça por el famoso 'entorno', que muchos acaban saliendo del club sin entender de qué va la cosa. Sin pena ni gloria. Otros lo hacen frustrados por no haber podido aprovechar la oportunidad de sus vidas. Pero es que el Barça no está hecho para todo el mundo.

Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y Xavi Hernández

Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y Xavi Hernández / SPORT

En los últimos cuatro años, el Barça ha despedido a cuatro entrenadores: Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y, ahora, Xavi Hernández. Ninguno de ellos alcanzó ni tan siquiera las tres temporadas en el cargo. Un tiempo que podríamos considerar como válido y prudencial para poder tirar adelante y construir un proyecto. Si no funciona, fuera, a la basura. Y que venga otro.

Para contextualizar lo que estamos explicando: Xavi cerrará su etapa como entrenador del Barça con 143 partidos. Una cifra que le situará como el décimo técnico con más encuentros dirigidos de la historia del club. ¡En tan solo dos temporadas y media!

Por delante, y en orden, encontramos a los siguientes entrenadores:

  • Johan Cruyff (1988-96) 8 temporadas y 430 partidos
  • Frank Rijkaard (2003-08) 5 temporadas y 273 partidos
  • Pep Guardiola (2008-12) 4 temporadas y 247 partidos
  • Louis van Gaal (1997-00 / 2002-03) 3,5 temporadas y 200 partidos
  • Luis Enrique (2014-17) 3 temporadas y 181 partidos
  • Rinus Michels (1971-75) 4 temporadas y 169 partidos
  • Terry Venables (1984-87) 3 temporadas y 169 partidos
  • Ferdinand Daucik (1950-54) 4 temporadas y 150 partidos
  • Ernesto Valverde (2017-20) 2,5 temporadas y 145 partidos

Tan solo ha habido un entrenador que haya superado el lustro sentado en el banquillo del Camp Nou. Y qué entrenador: Johan Cruyff, quien asentó las bases arquitectónicas del Barça que hoy conocemos. Eran otros tiempos, en este siglo, tan solo Frank Rijkaard ha logrado estar cinco temporadas dirigiendo al mismo equipo. Ni a Guardiola le dejaron estar más tiempo.

No es más que un claro y evidente paralelismo con la sociedad actual en la que vivimos, totalmente sumergida en la vorágine de la inmediatez, del 'fast food' y del usar y tirar. Sin tiempo para cocinar a fuego lento. Como diría Adala: "La prisa es el nuevo patrimonio de la humanidad y la calma es la lucha más grande que jamás se ha olvidado".

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