El Barça, un poco más cerca del alirón

Sant Jordi fue una bendición para el Barça: el equipo se sumó a la fiesta popular del libro y la rosa con una victoria redonda. Todo lo que podía salir bien, salió bien: tres puntos, rachas de buen juego y jugadores plenamente recuperados para la causa después de su lesión, como Pedri y De Jong.

No son dos jugadores cualquiera: su regreso coincidió con los mejores minutos del Barça en las últimas semanas. Tenerlos en nómina para el tramo final de temporada es la mejor noticia que podía recibir Xavi Hernández.

Como guinda, un ambiente extraordinario en un Spotify Camp Nou que a su manera, también celebró la Diada de Sant Jordi.

También tuvo motivos para sonreír un jugador que no lo estaba teniendo fácil: Ferran Torres fue el encargado de firmar el gol de la victoria ante el Atlético de Madrid. Quizá ningún otro jugador de la plantilla lo necesitaba tanto. Lo confesó el propio Xavi. “Estoy especialmente contento por él”.

Dos pasos adelante

En 90 minutos muy competidos, ante uno de los grandes del campeonato, el Barça dio dos pasos adelante. El primero fue estrictamente numérico, para sumar tres puntos que dejan en once la ventaja con respecto al Real Madrid. Faltan por disputarse ocho jornadas (24 puntos), por lo que el margen parece suficiente como para ponerse a calcular cuándo podrá cantar el alirón la sufrida afición azulgrana. 

El otro paso adelante tuvo que ver con las sensaciones; esos intangibles que escapan a las estadísticas pero que marcan el curso de una temporada. Venía el Barça de tres partidos decepcionantes (derrota copera ante el Madrid y sendos empates en Liga) y de una preocupante sequía, pero el equipo logró pasar página. Lo hizo de manera solvente, cuajando un buen partido ante un rival más que exigente, “un señor equipo”, en palabras de Xavi. 

El Barça volvió a ganar por la mínima, una tendencia esta temporada, y a cerrar su portería gracias a un Ter Stegen nuevamente espectacular. El alemán ganará un trofeo Zamora de dimensiones históricas porque en 30 jornadas solo ha encajado nueve goles. 

La fiesta hubiera sido completa con un gol de Lewandowski. Atascado en la pelea por el Pichichi, el polaco suma tres encuentros sin marcar. Se trabajó las ocasiones de gol y estuvo participativo. Solo le falló la puntería.