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Arthur sueña con un último vals

Arthur, nuevo jugador de la Juventus

Arthur, nuevo jugador de la Juventus / Perform

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Desde que Setién dijo que Arthur Melo estaba comprometido con el Barça hasta el último de sus días como culé, el brasileño no ha vuelto a jugar. El técnico cántabro lo ha dejado sin minutos frente a Atlético, Villarreal y Espanyol. De hecho, es el único de los centrocampistas disponibles que no sido titular ni una sola vez en las últimas tres jornadas -sí lo han sido Busquets, Riqui Puig, Rakitic, Vidal y Sergi Roberto-. Pese a ello, Arthur se mantiene firme en el mensaje que transmitió al grupo una vez confirmada su marcha a la Juventus la próxima temporada: su compromiso con el Barça hasta final de curso es máximo.

El ex del Gremio vive con tranquilidad esta extraña situación. De puertas hacia dentro, el mensaje de Quique Setién no ha variado: el equipo puede necesitar al brasileño en cualquier momento. Arthur sigue ejercitándose a tope en cada entrenamiento, donde siente más que nunca el calor de los compañeros. El hecho de vivir sus últimas semanas en el Barça no le ha restado motivación, sino todo lo contrario. Arthur aprovecha al máximo cada sesión a la espera de volver a tener la oportunidad de entrar.

Por cómo ha transcurrido todo, es difícil hablar de 'dulce despedida'. Pero Arthur sueña con un último vals. Una última noche de gloria en la que pueda ser partícipe. Por encima de todo, el brasileño anhela irse ganando algún título, pero la realidad es la que es: la Liga está en manos del Real Madrid y la Champions, con partidos al todo o nada, será extremadamente complicada.

Así, poder ser importante en una noche mágica en Europa -en Liga difícilmente se dará- es un escenario con el que fantasea el jugador. Quien sabe si ante el Nápoles, quien sabe si en cuartos de final o incluso más adelante. Lo que está claro es que Arthur se imagina con la batuta por lo menos una noche más. Serviría de consuelo, ya que el brasileño no podrá recibir una última ovación del barcleonismo al jugarse los encuentros a puerta cerrada.