Xavi Pascual, un enorme reto con tres grandes aristas

La idílica temporada 2020-21 que estaba viviendo en FC Barcelona con un espectacular pleno de victorias en todas las competiciones y ya con la Copa del Rey, la Supercopa de España y la Supercopa de Catalunya en el zurrón sufrió un importante terremoto el pasado 20 de marzo.

En la clarísima victoria frente al Liberbank Cantabria BM Sinfín (44-24), los cimientos de la sección se estremecieron con la lesión del extremo izquierdo Aitor Ariño y lo hicieron aún más al confirmarse que no jugaría más esta temporada al sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

El caso es que el equipo ya lleva arrastrando la baja del también extremo izquierdo Casper Mortensen desde comienzos de noviembre. En su segunda lesión grave seguida, el danés se rompió el menisco externo de la rodilla izquierda y confía en que las pruebas a las que se someterá el 8 de abril sean positivas.

Por tanto, Xavi Pascual se encuentra a día de hoy con un único extremo izquierdo disponible, su hijo Àlex. A sus 21 años recién cumplidos y tres después de su debut, el canterano ya ha demostrado su capacidad sobre todo en la Liga Asobal y ahora tiene ante sí una oportunidad de oro para reivindicarse en la Champions.

Y es que el FC Barcelona afrontará en el Palau los dos partidos de octavos de final de la Champions ante el Elverum noruego (1 y 4 de abril) con Pascual como único extremo izquierdo.

Descartada por ahora la posibilidad de subir a algún jugador del filial que actúa en esa posición como Arnau Fernández, 'Pasqui' deberá idear un sistema sin extremo izquierdo cuando su hijo tenga que descansar.

La posición de extremo en el balonmano es tan específica como insustituible y alternarla con el lateral solo está al alcance de genios como el galo Valentin Porte o el blaugrana Blaz Janc... pero en la otra banda.

Pero... ¿cómo se puede jugar sin extremo izquierdo? En defensa se puede suplir con un central bajito como Luka Cindric (suele hacerlo en la derecha) o Domen Makuc. O situando al teórico ocupante de esa posición como avanzado en un 5-1.

En ataque parece más complicado, aunque sin duda el Barça tendrá que retocar sus sistemas para hacerlo con un doble pivote o sobrecargando el juego hacia la parte derecha. Eso sí, el balonmano rápido y a la contra que caracteriza al equipo puede minimizar en parte se desequilibrio.

Sea como fuere, el caso es que Xavi Pascual tendrá que afrontar un reto enorme mientras espera el regreso de Casper Mortensen con la clasificación para la Final Four de la Champions como prioridad mientras sigue abrochándose el traje de campeón de una Liga Asobal que está cada vez más cerca.