Un estelar Barça convirtió a su 'bestia negra' en un juguete

El cuadro azulgrana derrotó al vigente campeón Magdeburgo por 32-20 en una exhibición ofensiva y defensiva

El líder Dika Mem anotó ocho goles con un solo falló y Emil Nielsen estuvo extraordinario con 18 paradas (¡49% de acierto!)

Blaz Janc, en una acción deliciosa de lanzamiento

Blaz Janc, en una acción deliciosa de lanzamiento / VALENTÍ ENRICH

David Rubio

David Rubio

El Barça ha dado un fuerte puñetazo encima de la mesa de la Champions este jueves con una sensacional victoria por 32-20 frente a un SC Magdeburg que dejó su papel de verdugo para convertirse en una víctima del mejor partido barcelonista en los últimos tiempos.

Barça - SC Magdeburg (balonmano, Champions League), 21/09/2023

CHAMPIONS LEAGUE

32
20
Alineaciones
BARÇA, 32
(14+18): Emil Nielsen (p.), Thiagus Petrus, Luís Frade (2), Jonathan Carlsbogard (1), Dika Mem (8), Blaz Janc (2), Hampus Wanne (4, 4p.) -siete inicial-, Gonzalo Pérez de Vargas (p.s.), Pol Valera (4), Timothey N'Guessan (2), Javi Rodríguez, Melvyn Richardson (3), Petar Cikusa, Haniel Langaro, Aleix Gómez (6) e Ian Barrufet.
SC MAGDEBURG, 20
(8+12): Sergey Hernández (p., 1'-47'), Felix Claar (2), Magus Saugstrup (1), Omar Ingi Magnusson (2), Tim Hornke (2, 1p.), Michael Damgaard (1), Matthias Musche (3) -siete inicial-, Nikola Portner (p.s., 48'-60'), Piotr Chrapkowski (1), Philip Weber (3), Albin Lagergren (2), Oscar Bergendahl (1), Janus Dadi Smarason (2) y Christian O'Sullivan.

Una victoria que debe servir para reafirmar un colectivo que está demostrando su capacidad para sobreponerse a todos los obstáculos y que ha respondido al empate liguero en Irun con tres sensacionales encuentros en Montpellier (30-35), frente al REBI Cuenca (46-18) y ahora ante el subcampeón de la Bundesliga.

El cuadro azulgrana necesitaba reivindicarse frente a un rival que le había ganado tres veces seguidas (dos en finales de la Super Globe y una en las pasadas semifinales de la Champions) y que además se presentaba como flamante campeón del máximo torneo continental.

Quizá por eso el equipo salió con la mentalidad de las grandes ocasiones. Solo falló el Palau con una entrada indigna de la Champions, culpa en gran medida de las obras del Camp Nou que han dejado sin parking las instalaciones y de la errónea política del club con entradas caras incluso para los socios. El resultado, apenas 2.000 espectadores en el mejor partido posible.

Emil Nielsen inició su exhibición deteniendo un penalti a Omar Ingi Magnusson y liderando un gran inicio azulgrana con el mejor Pol Valera desde su fichaje en febrero como director de juego (6-2, min. 7:42). Ya había avisado en la previa Carlos Ortega de que estaba trabajando muy bien en los entrenamientos y el catalán lo ha demostrado con una gran actuación.

Pol Valera superó a una gran estrella como Magnusson

Pol Valera superó a una gran estrella como Magnusson / VALENTÍ ENRICH

El 'centro' defensivo funcionaba muy bien con el 'jefe' Thiagus Petrus, un Luís Frade en continuo crecimiento y otro muro como Jonathan Carlsbogard. El acierto de Philip Weber y una clara falta no pitada sobre Pol Valera cuando lanzaba permitieron al Magdeburgo recuperar sus constantes vitales (8-6, min. 16:07).

Otra serie de paradas de Nielsen y la inspiración ofensiva azulgrana dispararon a los locales hasta un escandaloso 12-6 (min. 21.30) justo después de un penalti de libro no señalado sobre Magnus Saugstrup. Ahí los alemanes apretaron mucho en defensa coincidiendo con la entrada de Bergendahl en el pivote y se acercaron a cuatro goles (12-8).

Cuando más se complicaba el partido apareció un genio llamado Gonzalo Pérez de Vargas para detener una pena máxima a Magnusson y otra a Weber que lastraron la remontada de un SC Magdeburg que enloqueció en los dos últimos minutos y volvió a verse seis abajo al descanso (14-8). Dejar en ocho goles en la primera parte habla por sí solo del magistral trabajo defensivo del Barça. La mitad del trabajo ya estaba hecha.

Luís Frade funciona en defensa y en ataque

Luís Frade funciona en defensa y en ataque / VALENTÍ ENRICH

La tormenta perfecta se completó en los primeros minutos de la segunda parte con Nielsen infranqueable y con Dika Mem al mando de las operaciones ofensivas pese a esos problemas musculares que viene sufriendo de manera demasiado recurrente. El caso es que el Barça se situó con 10 goles de ventaja (22-12, min. 38:00).

Los intentos del barbudo Musche con dos tantos seguidos encontraron respuesta con dos golazos de Melvyn Richardson y Ortega dio minutos a Ian Barrufet como lo había hecho al final de la primera parte y también en los últimos ocho minutos con el leridano Petar Cikusa.

Pese a la clarísima ventaja, el Barça tenía tantas ganas de saldar su triple cuenta pendiente con el equipo alemán que no bajó el pistón en ningún momento y a tres minutos del final logró su máxima renta (31-20) con el sexto gol de un Aleix Gómez que solo jugó en la segunda parte. Al final, 32-20 y enorme fiesta para un colectivo que no tiene precio con una magistral dirección de partido de Carlos Ortega.