La flamante campeona europea regresa para 'sellar' el Mundial

Hace exactamente 54 días, España logró un heroico título en el Eurobasket con la que unas semanas antes no soñaban ni los más optimistas. Fue la consagración definitiva de Sergio Scariolo como el mejor seleccionador español de la historia por delante incluso de Pepu Hernández y del desaparecido Antonio Díaz Miguel.

Será a las 21 horas en la séptima jornada de la fase de clasificación para el Mundial de 2023 en Pesaro frente a una Italia junto a la que lidera el Grupo L con cinco victorias y la derrota que sufrió en Georgia. Esta ‘ventana’ se cerrará el lunes en Huelva en un duelo plácido ante la colista Países Bajos, que suma seis derrotas y está eliminada (se clasifican los tres primeros).

De todas formas, el equipo será muy distinto al que derrotó a Francia el 18 de septiembre en Berlín. No estarán los hermanos Hernangómez (Juancho en los Raptors y Willy en los Pelicans), Usman Garuba (Houston) ni cinco jugadores de Euroliga: el nacionalizado Lorenzo Brown (perdió el jueves con el Maccabi contra el Barça), el madridista Rudy Fernández ni tampoco Xabi López-Arostegui ni Jaime Pradilla (Valencia Basket).

Las caras nuevas respecto a los campeones de Europa son Francis Alonso (Bilbao), Jonathan Barreiro (Unicaja), Ferran Bassas y Miquel Salvó (Gran Canaria), Pep Busquets (Joventut), Juan Núñez (Ratiopharm Ulm), Yankuba Sima (ex del BAXI Manresa y ahora en el Reyer Venezia), Eric Vila (Girona), Santi Yusta (Zaragoza), Rubén Guerrero y Edgar Vicedo (ambos Obradoiro). 

A las órdenes de Gianmarco Pozzeco, Italia sí ha llamado a jugadores de Euroliga como Niccolo Mannion, Paul Bligha, Stefano Tonut, Giampaolo Ricci, Tommaso Baldasso y Alessandro Pajola... pero no a Nicolo Melli que es muy posiblemente el mejor jugador italiano junto al 'NBA' Danilo Galinari.

Scariolo, multiplicado

Tan solo 48 horas es el tiempo que habrá transcurrido entre el partido de Euroliga que disputó la Virtus en Milán y el que jugará España en Pésaro ante Italia, correspondiente a las ventanas para el Mundial. El principal damnificado de esta situación es un Sergio Scariolo que no ha tenido más remedio que adaptarse a esta situación y preparar de la mejor manera posible ambos encuentros, aunque ha contado con los favores de su club italiano y de una Federación Española que sigue encantada con su trabajo.

El perenne conflicto de intereses que mantienen la FIBA y la Euroliga hace que la competición de clubs no se detenga en los partidos de selecciones a diferencia de lo que sucede con la Eurocopa y que se tengan que vivir estas situaciones rocambolescas para todas las partes.