Brizuela lidera el repóker de victorias del Barça en el Palau

Los azulgrana sumaron su quinta victoria consecutiva ante Zalgiris (91-73) y recuperan la segunda posición en solitario (15-6)

Brizuela disputó su mejor partido como blaugrana (24 puntos), junto a un efectivo Jabari Parker (18 y seis rebotes)

Brizuela disputó una acertada primera mitad ante Zalgiris

Brizuela disputó una acertada primera mitad ante Zalgiris / FCB

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El Barça superó al Zalgiris con un superlativo Darío Brizuela (24 puntos) para sumar la quinta victoria consecutiva en el Palau (91-73) y que definitivamente relanza al conjunto de Grimau en este inicio de 2024. Un triunfo importante para dejar atrás la crisis de diciembre y enfocar con confianza el futuro y con la segunda plaza europea en solitario (15-6).

FCB-ZAL

Euroliga

91
73
Alineaciones
Barça, 91
(26+18+24+23): Satoransky (12), Brizuela (24), Kalinic (8), Parker (18), Vesely (8)- cinco inicial-, Da Silva (2), Willy (8), Jokubaitis (5), Parra (XX), Pauli (4), Jakucionis (2), Sarr (0).
Zalgiris, 73
(12+25+20+16): Evans (14), Sumner (15), Smits (5), Ulanovas (7), Birutis (9)- cinco inicial-, Lekavicius (3), Hayes (2), Hollins (6), Dimsa (2), Manek (10).

El Barça entró en el partido como un ciclón. Con una agresiva defensa y acierto en ataque, el conjunto azulgrana colapsó por completo al Zalgiris, incapaz de anotar una canasta en los primeros minutos.

Los de Grimau con ese gran inicio, frenando a Evans y Smits le endosaron un parcial de 13-0, un excelente mensaje del equipo azulgrana que la quinta victoria consecutiva tenía que quedarse en casa.

El recién contratado técnico del Zalgiris, Andrea Trinchieri movió el banquillo viendo la inutilidad del su quinteto titular, y le dio parcialmente resultado con la reacción visitante tras triple de Manek (15-8). Aunque el Barça, con un acertado Parker, seguía presionando en defensa, sin dar aire al rival y lograba una renta de 14 al final del primer cuarto (26-12).

Reacción del Zalgiris

Grimau puso en pista la segunda unidad, con Rokas, Parra, Brizuela y Willy, y el equipo alcanzaba la máxima de 16 (28-12). Trinchieri paraba de nuevo el partido.

Y ese parón le sentó de maravilla a su equipo porque reaccionó con triples de Manek, Samner y Evans para igualar el duelo con un parcial de 4-18 (30-30). La peor noticia es que Vesely sumaba su tercera falta y el líder del equipo se iba al banquillo.

Willy lucha por un rebote en la primera mitad ante el Zalgiris

Willy lucha por un rebote en la primera mitad ante el Zalgiris / EFE

Grimau vió que necesitaba puntos –solo habían anotado cuatro en siete minutos- y Parker volvía a la pista ante el parón ofensivo azulgrana. Pero la cosa empeoró para el Barça con una intencionada de Kalinic a Ulanovas que ponía por delante al cuadro lituano por primera vez (30-32).

Pero la espoleta blaugrana para recuperar la iniciativa fue Brizuela (9 puntos), que permitió al Barça volver a anotar y recuperar el control al descanso con la guinda de un triple de Kalinic gracias a un parcial de 14-5 (44-37).

Parker volvió a jugar un partido muy completo ante el Zalgiris

Parker volvió a jugar un partido muy completo ante el Zalgiris / FCB

En la reanudación, la vuelta de Vesely volvió a dar fuerza al Barça dentro de la zona y la renta blaugrana se iba a los 10 (51-41). Parecía que los de Grimau volvían a dominar el encuentro, aunque unos buenos minutos de Samner y Manek, permitía al Zalgiris volver a meterse en el partido (54-51).

La tenacidad defensiva del Barça le permitía mantenerse al frente con más lucha que acierto. Los tiros tenían que entrar y uno de Parker y otro dos de Brizuela, en su mejor partido de blaugrana, impulsaron de nuevo al Barça que cerraba el cuarto con una buena renta (68-57).

El escolta vasco, aprovechando la ausencia de Laprovittola, jugó con determinación y anotando con confianza, para llevar al Barça a un +16 (74-58). Zalgiris lo intentó pero un desatado Brizuela disparó a los azulgrana en el electrónico para dejar el duelo resuelto mucho antes del final (89-69) y dar un par de minutos a los jóvenes Jakucionis y Sarr en un final feliz en el Palau.