HENNESSEY VENOM F5

Hennessey sube la apuesta y se marca como objetivo los 500 km/h

El constructor americano Hennessey quiere que su nuevo Venom F5 ofrezca una velocidad que ridiculice a sus rivales.

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Render del Hennessey Venom F5. / HENNESSEY

Raymond Blancafort

Sir Malcom Campbell es un mito de la velocidad. Él y sus BlueBird escribieron páginas gloriosas en la historia de los récords de velocidad sobre tierra.

En 1932 fue el primero en superar los 400 km/h. Y cerró su periplo en 1935 cuando se acercó a los 500 km/h; se quedó en 484,598 km/h con su último BlueBird propulsado por un motor de avición Rolls Royce sobrealimentado, un V12 de 36,7 litros de cilindrada.

Hay dos formas de valorar a los ‘hypercar’. Una es por su potencia, estando el listón entre los Supercar y los Hypercar en los 900 o 1000 CV de potencia. El otro, por la velocidad máxima que alcanzan. Los 300 km/h de punta quedaron atrás como frontera hace años; incluso los 350 se quedan cortos para los más exigentes y ya hay algunos modelos que presumen de superar los 400 km/h.

111 METROS POR SEGUNDO

¡400 km/h/h! representa 111,11 metros por segundo. Diez veces más rápido que Usain Bolt. Más rápido que cualquier coche de competición. Sólo los coches de las 24 Horas de Le Mans se han acercado o superado la los 400 km/h; el WM-Peugeot de Roger Dorchy logró la hazaña en las 24 Horas de 1986, cuando la famosa recta de Les Hunnaudires aún no tenía chicanes. No lo logró en entrenamientos sino en carrera y con la complicidad de los rivales que, avisados del intento, dejaron libre el carril izquierdo de la recta. Dicen que alcanzó los 407 km/h, aunque oficialmente fueron 405… para que la cifra coincidiese con el nombre del último Peugeot de serie lanzado, el 405. También se dijo que en un tramo de autopista en construcción durante un test privado se habían alcanzado los 416 km/h, pero esto no fue nunca confirmado.

Quizás los F-Indy estén por el mismo nivel no en vano logran vueltas en los anillos a 370 km/h. Los F1, por el contrario, se quedan lejos, su punta en un circuito no supera los 370 km/h, no por falta de potencia sino por su aerodinámica, que favorece el apoyo para ganar velocidad en punta en lugar de decantarse por la velocidad punta. Un Honda preparado al efecto de récord y en Lago Salado de Boneville (USA), lugar idóneo para los récord, se quedó en las puertas de los 400 km/h: 393 km/h.

BUGATTI, EL GRAN RIVAL

El primer récord de Campbell fue superado con por el Bugatti Veyron, que acreditó 408,97 km/h. Desde entonces ha habido otros intentos. El SCC Ultimate Aereo marcó 412 km/h. El Hennessey Venom GT, 427 km/h y el Bugatti Veyron SS 431 km/h, aunque oficialmente la cifra no figura en el hipotético palmarés porque los Bugatti salen de serie con la velocidad limitada a 415 km/h por una razón de seguridad: los neumáticos están sometidos a tales fuerzas que no soportarían ir más allá. Hennessey ha llegado a los 435,2 km/h en su última versión del Venom GT. Y Koenninseg, el famoso constructor sueco, reivindica que su One1 puede llegar a los 465 km/h.

Pero Hennessey, un preparador americano que realiza series limitadas, prepara un golpe de efecto, alcanzar al menos 485 km/h con su nuevo Venom F5. Una forma de ‘honrar’ el nombre de F5, que se da a los tornados que alcanzan velocidades entre 460 y 510 km/h.

Realizado sobre un chasis de Lotus, el F5 tiene un motor V8 sobrealimentado que pudiera llegar a los 1.400 CV o 1.500 CV… pero pesando unos 600 kg. menos que un Bugatti.  Pero sobre todo, unos neumáticos muy especiales para poder soportar las fuertes solicitaciones que actuán a estas velocidades. Sin quererlo, primero superar el mejor récord de Campbell y después, quizás, el mito de los 500 km/h, casi 140 metros por segundo.

Dicen que el intento será a primeros de noviembre. Y muchos lo esperan con verdadero interés.