FORD FIESTA TITANIUM

Ford Fiesta, mejor en todos los aspectos

El utilitario de la firma del óvalo mejora notablemente su diseño interior y la eficiencia de sus motorizaciones.

Ford Fiesta Titanium.

Ford Fiesta Titanium. / motor

En el Salón Internacional de Ginebra vimos por primera vez a la nueva generación del Ford Fiesta, un utilitario de los que no nos cansamos de ver por la calle. A pesar de los cambios en el sector de la automoción, este parece un segmento todavía interesante para introducirse en el mundo motorizado por su precio y la versatilidad del producto.

La firma del óvalo lo tenía complicado, el modelo anterior ya era bastante redondo y lanzarse a mejorarlo comportaba ciertos riesgos que no han querido correr en exceso. Tras un breve contacto durante la presentación internacional en Valladolid pasamos ahora a poner a prueba su variante cinco puertas en acabado Titanium y motor 1.0 EcoBoost de 125 CV. Lo cierto es que pese a estar hablando de una nueva hornada de vehículos el Ford Fiesta no ha cambiado demasiado.

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Su estética exterior mantiene el lenguaje de diseño dinámico y juvenil que ya presentaba el modelo anterior con ligeros retoques que se hacen más visibles en la zaga, con grupos ópticos horizontales que se añaden al portón trasero y una línea muy marcada de faro a faro que incrementa la sensación de amplitud visto desde atrás. La plataforma del nuevo Fiesta es la misma pero gana algunos centímetros en todas sus cuotas con un tamaño final de 4,04 metros de largo por 1,73 de ancho y 1,47 de alto además de los 2,49 metros de batalla. Tanto estética como dinámicamente este modelo destaca por ofrecer un punto deportivo a aquellos que compran un vehículo racional con sus dosis de pasión e innovación.

Una evolución que se traslada al interior más que a la superficie. Si hablábamos del poco cambio en la carrocería debemos aplaudir el trabajo de los diseñadores en su interior, que ha puesto al Fiesta al nivel de su competencia. La tosca y anticuada consola central se ve sustituida por dos bloques: los mandos más recurrentes en la parte inferior y una pantalla de ocho pulgadas (opcional) que pese a no estar integrada es de fácil y rápida lectura además de contar sistema multimedia SYNC 3 mejorado en todos los sentidos.

El uso de plásticos duros es habitual en el segmento B pero sin duda la calidad percibida es mucho mayor tras unos retoques necesarios a su diseño, ahora más sencillo y minimalista. La posición de conducción elevada y sus asientos nos certifican que no estamos ante un vehículo para tramos, no está pensado para sentir la carretera. El espacio en las plazas traseras es el esperado en un modelo de sus dimensiones, así que si no se es muy alto ni ancho se puede viajar cómodamente y transportar las maletas justas y necesarias para una escapada en su maletero de 303 litros de capacidad.

BLOQUE EFICIENTE

El motor 1.0 EcoBoost, ligado al cambio manual de seis velodiades, ha sido nuestro gran descubrimiento después del renovado interior. Sus 125 CV dan potencia suficiente para el cliente usual de este modelo. Es un tricilíndrico y como tal el sonido que emite no es de los más agradables, un detalle que la firma del óvalo ha intentado paliar pero que en bajas sigue siendo notable.

Lo mejor de este claro ejemplo de downsizing (tendencia a hacer bloques cada vez más pequeños) es la reducción del consumo sin renunciar a un nivel prestacional adecuado. A la hora de entregar nuestra unidad de pruebas el marcador firmaba un consumo de 6,4 litros, algo destacable teniendo en cuenta los largos tramos de ciudad y curvas que recorrimos pero que todavía se aleja de los optimistas 5,4 litros homologados por Ford.

Si este motor completo lo añades al chasis del Fiesta tienes como resultado un utilitario listo para cumplir en todos los entornos. Su tamaño compacto lo convierte en el compañero ideal de un urbanita pero el trabajo en el tarado de la suspensión también lo sitúan en una buena posición en vías rápidas. Además, bien por su mecánica o por los Michelin Pilot Sport 4 que calzaba, nos lo hemos podido pasar bien en tramos de curvas, donde su aplomo y paso por curva progresivo nos ha parecido mejor que el del recién probado Seat Ibiza. El cambio es fino, directo y con una palanca muy cómoda.

A TENER EN CUENTA

El precio del Ford Fiesta está en la media del segmento. Puedes conseguirlo con paquete asistente en carretera y seguridad activa con lo último en sistemas de ayuda a la conducción como control de crucero adaptativo, asistente de precolisión, detector de vehículo en ángulo muerto y reconocimiento de señales (más de 1.000€) además del techo solar eléctrico (700€) y otros detalles de equipamiento de nuestra unidad desde 20.000 euros.

Una de las mejores relaciones calidad-precio del mercado dado que nos encontramos ante un vehículo de notable en todos sus aspectos sin llegar al excelente. No sabemos que nos depara el futuro pero por ahora, podemos afirmar que Ford ha mejorado su Fiesta en lo necesario sin hacer un cambio radical a su ADN.