SEGURIDAD EN INVIERNO

Consejos para conducir bajo condiciones climáticas adversas

Cuando conducimos bajo condiciones climáticas difíciles, debemos estar más atentos a la carretera si cabe.

Lluvia al volante

Lluvia al volante / PXHERE

Ha llegado el otoño y el cambio de hora, lo que supone que los días se acorten y contemos con menos horas de sol, también en la carretera. Como cada año, con esta estación del año, aparecen una serie de fenómenos atmosféricos como, por ejemplo, la lluvia, la nieve, el hielo, la niebla o el viento, que harán un poco más difícil la conducción. Por ello, debemos estar preparados con la intención de no poner en riesgo nuestra seguridad ni la de los demás conductores de la carretera.

De hecho, circular bajo estas condiciones climáticas adversas exige un nivel más de prudencia y de prevención al volante en comparación con la conducción en buenas condiciones meteorológicas. Así, debemos extremar la precaución al volante ante la aparición de cualquiera de estos cuatro fenómenos. Estos son los consejos para cada uno de ellos.

Lluvia. Las fuertes lluvias afectan la conducción por la disminución de la visibilidad y por la cantidad de agua recogida en el asfalto. No obstante, pese a lo que se acostumbra a pensar, también debemos tener cuidado con las pequeñas lluvias, pues la mezcla de aguda, polvo y grasa puede transformar la calzada en una pista de patinaje. Este fenómeno reduce la seguridad durante la conducción, con la posibilidad de sufrir aquaplaning. ¿Qué debemos hacer? Llevar el alumbrado encendido siempre, conducir con suavidad, comprobar que los limpia parabrisas funcionen a la perfección, mantener la distancia de seguridad y no frenar bruscamente.

Hielo. El hielo es un riesgo a evitar en la medida de lo posible. Sin embargo, si ya estamos en ruta, tendremos que extremar la precaución y aumentar la atención, sobre todo porque las placas de hielo son muy difíciles de distinguir en el asfalto. También debemos duplicar la distancia de seguridad habitual y, en caso de atravesar una placa de hielo, es importante levantar el pie del acelerador y no frenar, pues esto provocaría una pérdida de adherencia del neumático al asfalto.

Niebla. Cuando sabemos que la niebla va a estar presente en alguno de nuestros trayectos, debemos preparar el vehículo para ello. Es decir, comprobar el estado del alumbrado, los neumáticos, los niveles de líquido limpiaparabrisas y los frenos. Una vez en carretera, tendremos que extremar la precaución, reducir la velocidad, mantener la distancia de seguridad, circular por el carril derecho en autovías y autopistas y prestar atención a vehículos más débiles como, por ejemplo, las motos.

Nieve. Si, antes de empezar un viaje, prevemos que podemos encontrar nieve, es recomendable llevar mantas, comida y bebida, además de un teléfono móvil cargado y su correspondiente batería. Tampoco está de más revisar el estado general del automóvil y todas sus distintas partes.