El 4x400 masculino, plata en una tarde con tres finalistas más

España ha cerrado este domingo el Mundial de Belgrado con una segunda medalla tras el histórico oro que logró el sábado Mariano García en 800 metros gracias a la magnífica actuación de un relevo 4x400 que incluso ha tenido el oro muy cerca antes de cederlo ante Bélgica.

Fue el mejor fin de fiestas posibles después de una jornada vespertina marcada por las emociones fuertes y por otros tres puestos de finalista: Asier Martínez con una sensacional cuarta plaza en 60 metros vallas, Fátima Diamé fue séptima en longitud y Lorena Martín octava en 800 metros en un domingo que volvió a coronar al genial pertiguista sueco Armand Duplantis con un nuevo récord mundial (6,20 metros) y que tuvo al noruego Jacob Ingebrigtsen como gran derrotado.

Pese a la baja del vigente campeón europeo Óscar Husillos, la selección española se presentaba en Belgrado con un sensacional cuarteto en el 4x400 y con el firme objetivo de luchar por el título. Por la mañana, Bruno Hortelano ganó la calle libre y mantuvieron la primera plaza con holgura Iñaki Cañal y 'Manu' Guijarro para que al final Bernat Erta aguantase el tirón del checo Sörm (quinto en la final de 400) para ganar la serie con 3:06.98 (el mejor tiempo).

Y por la tarde se repitió la historia hasta la recta final. Hortelano estuvo más solvente en su posta, Cañal sacó los codos para evitar que lo superasen tras recoger el testigo, el imperial blaugrana Guijarro logró varios metros de ventaja y al final el catalán Bernat Erta aguantó la plata con 3:06.82 mientras el reputado Kevin Borlée conducía a Bélgica al oro (3:06.42). Cerrando con Tony Van Diepen, Países Bajos atrapó el bronce (3:06.90).

"Tenía muy claro que tenía que coger la calle libre. Lo hemos dado todo, hemos corrido muy bien y los belgas han corrido un poco mejor", explicó tras la carrera un Hortelano que vuelve a soñar en grande. "No podía dejarlo pasar bajo ninguna circunstancia, aunque al final ha tenido más fuerzas que yo", terció Cañal. "Dicen que de los errores se aprende. Quizá el viernes no supe gestionarlo bien. Vi el espacio justo por el interior y me puse primero", explicó Guijarro. "Hemos dado lo mejor de nosotros y tenemos que estar muy contentos. Los belgas han sido mejores y tenemos que aplaudirles", concluyó Erta en declaraciones a RTVE a pie de pista con el micrófono de José María Rubí.

El otro gran protagonista de la jornada fue Asier Martínez. A sus 21 años, el navarro sigue rompiendo moldes y cada vez está más cerca de una gran medalla internacional después de ser cuarto el año pasado en el Europeo bajo techo de Torun (60 metros vallas) y sexto en los Juegos de Tokio (110 vallas).

Pese a que la salida no es su fuerte y a que no estuvo cómodo por la mañana (pasó por tiempos con 7.67 mientras un 'tocado' Quique Llopis caía con 7.76), el discípulo de François Beoringyan superó las semifinales con el mejor tiempo repescado de las 'semis' igualando su marca personal (7.55) y en la final peleó como un jabato e incluso llegó a estar tercero para acabar conquistando una magnífica cuarta plaza con 7.57 tras el 'extraterrestre' estadounidense Grant Holloway (7.39 tras igualar su récord mundial en semifinales con 7.29), el galo Pascal Martinot-Lagarde (7.50) y Jarret Eaton (7.53), también de EE.UU.

"Me he visto tercero un momento. Aunque me haya quedado con esa espinita, estoy muy, muy contento. Ha sido un día complicado. Aparte de las tres carreras tenía eso de que la primera toma de contacto no fue buena, pero he hecho un 'reset'. Sigo siendo un atleta de 110 vallas. Preparo la temporada de cara al verano y la pista cubierta es un test que está aprobado", explicó Martínez.

Por su parte, Fátima Diamé volvió a confirmar que ha dado un paso adelante desde que meses atrás se trasladó a Guadalajara para entrenarse con el grupo de Iván Pedroso. La valenciana realizó una de las mejores competiciones de su vida para terminar séptima con 6,71 (su mejor marca del año y a 11 centímetros de su mejor registro).

La victoria fuera para la local Ivana Vuleta (Spanovic de soltera), que provocó con sus 7,06 metros el delirio en un Stark Arena que sí ha respondido en los dos últimos días. La acompañaron en el podio la nigeriana Ese Brume (6,85) y la británica Lorraine Ugen (8,82) tras empezar con dos nulos.

Tras conseguir la proeza de pasar a la final de 800 metros en su debut como internacional absoluta, la salmantina Lorena Martín estuvo en la pelea hasta poco antes de la última vuelta para terminar octava con 2:03.93 en una carrera que coronó a la estadounidense Ajee Wilson con 1:59.09 (dio positivo por Zeranol en 2017), con la etíope Freweyni Hailu plata (2:00.54) y la ugandesa Halimah Nakaayi bronce (2:00.66).

Y en la prueba que cerró el Mundial, Jamaica dominó el relevo femenino con 3:28.40, Países Bajos fue segundo con una sensacional recta final de Femke Bol (3:28.57) y Polonia fue tercera con Justina Swiety (3:28.59) para relegar a Estados Unidos a la medalla de 'chocolate' por cuatro centésimas.

Duplantis, más cerca del cielo

Sin embargo, el domingo tenía reservado un colofón extraordinario con un nuevo récord mundial de Armand Duplantis en salto con pértiga. El sueco superó por fin su anterior plusmarca al saltar 6,19 después de una cuarentena de fallos hace dos semanas y ahora solo necesitó tres intentos para franquear los 6,20.

Antes, 'Mondo' ya se había asegurado su primer oro universal bajo techo (fue plata hace tres años en Doha) al superar el listón situado a 6,05 metros y en los dos primeros sobre 6,20 pasó por debajo del listón. Estaba 'disfrutón' e incluso había bailado tras asegurarse el oro. Todos los focos estaban pendientes de él y a la tercera volvió a hacerlo.

Ya suma cuatro récords mundiales (dos en apenas dos semanas). La plata con 5,95 metros fue para el brasileño Thiago Braz, campeón olímpico en Río que ha tenido que superar un sinfín de problemas físicos. Y el bronce se lo llevó el estadounidense Chris Nilsen con 5,90 pese a que había saltado este año 6,05.

KO de Ingrebrigtsen

El noruego Jacob Ingebrigtsen era uno de los grandes nombres propios del Mundial. De hecho, estaba tan centrado en unos 1.500 en los que ha batido este invierno el récord mundial (3:30.60) que había descartado la opción de intentar el 'doblete' como consiguió en los dos últimos Europeos.

Y ofreció su imagen imperial de control y de dominio absoluto prácticamente desde el pistoletazo de salida de la final, marcando exigentes parciales y pasando el mil en 2:22.82. Le seguía sin vacilar el etíope Samuel Tefera, al que el escandinavo arrebató ese referido récord mundial.

Tiró con fuerza Ingebrigtsen, pero no logró irse y en la última curva miró atrás y vio 'pegado' al abisinio. Tefera cambió en la recta y se proclamó campeón mundial por segunda edición consecutiva con 3:32.77 con 25 centésimas de ventaja sobre el noruego y 59 respecto al keniano Abel Kipsang.