El Barça B ya carbura

Riqui Puig y Monchu, dos piezas fundamentales de este equipo

Riqui Puig y Monchu, dos piezas fundamentales de este equipo / VALENTÍ ENRICH

German Bona

German Bona

Ha costado, pero el Barça B ya le ha tomado la medida a la Segunda División B. Los azulgranas encadenan dos victorias consecutivas y cuatro partidos sin perder y han pasado de la parte baja de la tabla a la alta. Una transformación que ha llegado a base de paciencia y confianza en el trabajo. Incluso en los momentos más complicados, el estilo Barça ha sido innegociable para los de García Pimienta y los frutos han llegado. Ahora, toca seguir la línea.

Con un equipo totalmente renovado y la base del juvenil campeón de la UEFA Youth League, el Barça B se presentó en una categoría tan indeseada como complicada. Pasaron de jugar como club en campos grandes en dimensiones y capacidad a hacerlo ante rivales que quieren salir del pozo de la Segunda B y utilizan todas las armas para conseguirlo. No ha sido nada fácil. Los dos primeros partidos, en el feudo del Alcoyano (3-1) y en el Mini Estadi ante el Ejea (0-1) reflejaron una preocupante realidad. Riqui Puig fue sometido a marcajes indecentes con la permisividad arbitral y el equipo estuvo muy fuera de sitio.

Pero todo necesita de un aprendizaje y García Pimienta tuvo las ideas claras desde el principio. Mantuvo a toda costa el 4-3-3 y la voluntad de ser protagonistas con el balón, y corrigió los aspectos defensivos que estaban lastrando al equipo. Llegó la victoria en Sabadell, afortunada, gracias a un gol en propia puerta, pero en esos momentos importaba mucho más el resultado que el juego. Lo que más costó fue entonarse en el Mini Estadi, por donde pasó el Peralada en la cuarta jornada y se llevó un más que merecido empate. En esos dos partidos el equipo estuvo 'reforzado' con Aleñáque le ha dado mucho a este joven equipo no solo en el césped, sino también fuera, en el vestuario, gracias a su mayor experiencia. 

La confirmación de la mejoría llegó en Cuenca. La goleada al Conquense (0-3), con 'hat trick' de Rafa Mujica, mostró a un filial convencido de sus posibilidades y sin el lastre de los primeros días. Pero la victoria que marca el punto de inflexión fue la lograda el sábado en el Mini Estadi ante el Olot. Primero, porque supuso el primer triunfo en casa, los primeros goles tambén, y sobre todo, porque se logró sabiendo sufrir, algo muy valioso y necesario en la categoría de bronce. El 2-1 señala el camino de un equipo que tuvo un arranque de partido brillante y que no se vino abajo cuando más apretaron los de La Garrotxa.

El filial ya carbura y ahora el reto es seguir la racha. Los de 'Pimi' vuelven a jugar en el Mini. Será este sábado (17.30 horas) contra el Atlético Baleares. Y lo hará ya como un serio candidato al ascenso. Ahora sí.