Asturias

La mujer que se precipitó desde un quinto piso en Oviedo convivió varios días con el cadáver de su madre

E. N. M. R., de 45 años, se encuentra muy grave tras su caída, que propició el hallazgo del cuerpo de su progenitora en el piso que compartían en el barrio Ciudad Naranco

oviedo2

oviedo2 / La Policía investiga el hallazgo del cadáver de una mujer en Ciudad Naranco IRMA COLLÍN / DAVID CABO

Félix Vallina

La 

Policía Nacional

 investiga desde ayer las causas de la

muerte

de una octogenaria que apareció muerta en su casa del barrio de Ciudad Naranco (

Oviedo

)con evidentes signos de

violencia

. El cadáver de la anciana fue descubierto después de que su hija se precipitase por la ventana de la vivienda que ambas compartían, un quinto piso del número 30 de la calle Augusto Junquera. Según pudo confirmar este diario, E. M. N. R., que tiene 45 años y se encuentra muy grave a consecuencia de la caída, convivió con el cadáver de su madre durante varios días. Aunque la investigación no está cerrada, no se descarta un posible homicidio.

La alarma saltó alrededor de las cuatro de la tarde. Los vecinos del edificio llamaron a la Policía para advertir de que una mujer se había precipitado desde el quinto piso por el patio interior y que se había caído en una de las terrazas de la parte de atrás del inmueble. Inmediatamente se dio aviso a los servicios sanitarios y una patrulla salió pitando hacia Ciudad Naranco. "Trabajo en un taller de coches que está justo al lado del portal y vinieron a avisarme de que fuese corriendo a abrir la puerta de casa porque los bomberos iban a tirarla para poder entrar", explica Iván Javier Cabal, que es el propietario de la terraza en la que E. M. N. R. permanecía gravemente herida. "Abrí la puerta y la vi. Estaba consciente porque los policías hablaron con ella. Les dijo incluso como se llamaba", asegura Cabal.

Hallan el cadáver de una anciana en un quinto piso de Oviedo tras precipitarse su hija por la ventana

Hallan el cadáver de una anciana en un quinto piso de Oviedo tras precipitarse su hija por la ventana

Una vez que la mujer fue trasladada al hospital en una UVI móvil, los vecinos les dijeron a los policías que la mujer vivía con su madre en el quinto derecha. Tras llamar a la puerta y no recibir ninguna respuesta tomaron la decisión de acceder a la vivienda con ayuda de los bomberos. Al entrar en la casa se encontraron con el cadáver de la anciana, que presentaba signos de violencia y claras evidencias de llevar varios días fallecida. Fue entonces cuando entraron en juego los agentes de la

Policía Judicial

y los de la Científica, que se personaron en la vivienda para tratar de recabar pruebas que sirvan para esclarecer los hechos.

Varios agentes de la Policía Nacional custodiaron el portal mientras sus compañeros trabajaban a fondo en la vivienda que compartía la fallecida con su hija. Algunos vecinos que no se habían enterado de lo ocurrido se llevaban las manos a la cabeza al ser informados del suceso. "No me lo puedo creer. Esto es una auténtica desgracia", lamentaba una mujer en la acera tras recibir la mala noticia. Alrededor de las ocho menos veinte de la tarde, los trabajadores de la funeraria sacaban el cuerpo sin vida de la anciana del portal rumbo al Instituto de Medicina Legal de Asturias, donde estaba previsto que se le realizase la autopsia, según explicaron fuentes consultadas por este diario.

Quienes conocían a las protagonistas del suceso que conmocionó Ciudad Naranco aseguran que ambas mujeres tenían una difícil relación. "La verdad es que se peleaban con muchísima frecuencia. Montaban unos escándalos que se escuchaban incluso desde la calle. Todo el mundo sabía que la hija la trataba fatal", afirma una vecina que prefieren mantenerse en el anonimato. "Era una mujer de ochenta años y muchas veces te la encontrabas en la calle porque su hija la había echado de casa. Algunos vecinos llegaron incluso a recogerla en sus pisos porque les daba pena. A veces se generaban situaciones muy violentas, es evidente que esa chica no estaba en sus cabales", añade la mujer haciendo referencia a E. M. N. R.

Veronica Fariza, que también es vecina del número 30 de la calle Augusto Junquera, también era consciente de que las cosas no iban bien entre madre e hija. "Era evidente que tenían muchos problemas. Cualquiera que viva en este portal e incluso en cualquiera de los de al lado lo puede confirmar porque los líos eran constantes", asegura la joven.

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