Investigación universitaria

Cambios emocionales y cerebrales: los efectos del abuso del alcohol en la juventud

Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid entre personas de 18 años revela que el impacto de las bebidas alcohólicas es mayor entre los chicos que las chicas

Jóvenes de botellón en Vigo.

Jóvenes de botellón en Vigo.

Olga Pereda

Un nuevo estudio universitario confirma que el abuso de alcohol en la juventud se asocia con cambios emocionales, cognitivos y cerebrales.

Un equipo del departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con investigadores de la Universidad Francisco de Vitoria y la Universidad Internacional de la Rioja, ha comprobado cómo el abuso de alcohol en jóvenes, aunque no se llegue a la adicción, está asociado con dificultades de regulación emocional y ciertos déficits cognitivos. También con cambios en la actividad cerebral, especialmente en chicos. La investigación, publicada en la revista especializada 'Progress in Neuropsychopharmacology and Biological Psychiatry', permite conocer factores de riesgo de una posible futura adicción.

El consumo de alcohol, con una edad media de inicio en España de 16 años, es un problema frecuente en la juventud. Y, cada vez más, a edades tempranas. Uno de cada tres niños de 12 y 13 años ya ha consumido alcohol y el 7% se ha emborrachado, según la última estadística del Plan Nacional sobre Drogas, de diciembre de 2023. La ingesta de bebidas alcohólicas, además, está influenciada por los hábitos de los padres: cuanto más beben los progenitores, mayor es el consumo entre los niños.

Prevención

Aunque los investigadores de la UAM afirman que es necesario realizar más estudios en este campo, los resultados obtenidos “pueden ser de gran utilidad práctica en los servicios sociales y sanitarios involucrados en la prevención y tratamiento del consumo de alcohol, así como un avance en la detección precoz de jóvenes en riesgo”.

La investigación revela, a igual nivel de consumo, los cambios a nivel cerebral son superiores en los chicos que en las chicas, concluyendo “una posible mayor vulnerabilidad”.

El trabajo puntuó el rendimiento en diferentes pruebas neuropsicológicas y la actividad cerebral eléctrica en reposo de 82 jóvenes con una media de 18 años. Para ello, los investigadores utilizaron una serie de cuestionarios centrados en aspectos de regulación emocional e impulsividad, y llevaron a cabo una extensa evaluación neuropsicológica en la que se analizó su rendimiento en pruebas atencionales, de memoria, y de funciones relacionadas con la planificación, la flexibilidad mental o la toma de decisiones.

En cuanto al análisis de la actividad cerebral se utilizó un electroencefalograma que, de forma no invasiva, y mediante electrodos situados en el cuero cabelludo, permite conocer la actividad eléctrica del cerebro en zonas corticales. “Mediante esta técnica analizamos la ratio entre dos patrones de onda cerebral que varios trabajos han relacionado con impulsividad y bajo control cognitivo”, concluyen los autores.