El Alcorcón toma aire a costa de un Real Zaragoza que sigue sin convencer

Los aragoneses solo han sido capaces de ganar una victoria en uno de sus cinco últimos partidos

Juanma Bravo en la primera parte, y Yan Eteki en el tramo final, firmaron los goles visitantes

Resumen, goles y highlights del Zaragoza 0 - 2 Alcorcón de la jornada 10 de LaLiga Hypermotion

EFE

El Alcorcón, con su victoria en La Romareda sobre el Real Zaragoza (0-2), toma aire en la clasificación y, aunque no sale de los puestos de descenso, se acerca a la salvación a costa de un equipo aragonés que sigue sin convencer y que solo ha sido capaz de ganar un partido de los últimos cinco que ha disputado.

La victoria ajustada de la pasada jornada ante el Andorra en el Principado, lograda con un hombre más desde el minuto 20 pero continuando con la mala imagen de los anteriores encuentros, se antoja como un espejismo porque frente al Alcorcón el Zaragoza volvió a caer derrotado por tercera vez en los últimos cuatro encuentros fruto de su incompetencia ofensiva, y eso que jugó una primera media hora excelente que el tanto visitante hizo desaparecer hasta el final del encuentro.

Con la derrota el conjunto maño ve cómo tras recuperar puesto de ascenso directo con la victoria ante el Andorra lo vuelve a perder.

El equipo alfarero sumó un triunfo de oro que evita que la línea de la salvación se aleje, ya que se queda con los mismos puntos que el Amorebieta, primer equipo fuera del descenso.

El equipo madrileño supo capear el temporal inicial de su rival para aprovechar después dos errores maños para llevarse la victoria. Con el primero se adelantó en el marcador y se defendió con oficio y solvencia hasta el segundo, que llegó en medio del desconcierto 'blanquillo' porque desde el primer tanto se le bajó el telón de la creación y se le apagaron las luces.

El conjunto madrileño volvió a evidenciar que La Romareda se ha convertido en un campo talismán porque ha ganado en sus seis últimas visitas al estadio zaragozano.

El equipo aragonés tuvo uno de los mejores inicios de partido de la presente temporada con una mejoría clara en ataque, dominando el juego, entrando por las bandas, algo que no había hecho en los últimos encuentros, y creando peligro.

En la primera media hora tuvo hasta cuatro excelentes opciones de inaugurar al marcador, especialmente las del minuto 5, con un remate a la media vuelta de Iván Azón que se estrelló casi en la cruceta, y el 32, con un remate en el área de Germán Valera que fue cortado providencialmente por Chema Rodríguez cuando se atisbaba el gol.

Además de atacar bien, el equipo de Fran Escribá controlaba las contras que intentaba el conjunto alfarero y no sufría en defensa.

Parecía que en cualquier momento los maños podían inaugurar el marcador, pero un mal control de Jaume Grau en la salida del balón desde el portero cuando era presionado por Juanma Bravo fue aprovechado para que éste robase el esférico, se plantase delante del meta Gaetan Poussin y le batiese con un potente disparo.

Con el gol, en el minuto 38, se acabó el buen juego zaragocista porque acusó el golpe moral y hasta que terminó el primer periodo, con siete minutos de añadido, anduvo perdido y sin saber qué hacer.

El tiempo de refresco no aclaró las ideas de los locales porque toda la claridad que habían tenido en los treinta minutos iniciales se había esfumado definitivamente.

Además, el Alcorcón, con mucho oficio, cortó el juego con faltas, retrasó la puesta en juego del esférico y obligó a las asistencias a entrar en varias ocasiones haciendo que los nervios y la precipitación local aumentaran.

La circulación de balón local era lenta y eso facilitaba el trabajo al equipo de Fran Fernández al que le bastaba con estar bien plantado para conjurar el poco peligro zaragocista.

En el minuto 61 llegó un gol de Víctor Mollejo, pero fue anulado tras consulta al VAR.

En el minuto 81 llegó la sentencia en un nuevo error zaragocista, y otra vez gracias a la presión del Alcorcón. Marc Aguado y su portero no se entendieron y el balón acabó en los pies de Yan Eteki, que firmó el 0-2.