Los roces se imponen en la relación PSG-R. Madrid

De la buena sintonía a la áspera relación por Mbappé, y con Zidane huyendo de entrenar a los parisinos antes del choque de Champions

El club español combate con su prestigio la superioridad económica de los franceses en las pujas por fichar a los mismos objetivos

Al-Khelaifi y Florentino Pérez, presidentes del PSG y Real Madrid

Al-Khelaifi y Florentino Pérez, presidentes del PSG y Real Madrid / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

La relación institucional entre el Real Madrid y el PSG ha pasado de una excelente sintonía a una relación áspera en la que se imponen los roces por Mbappé y por el posicionamiento de Al-Khelaifi, presidente del club parisino, como mano derecha de Ceferine, presidente de la UEFA, en su oposición a la Superliga que abandera Florentino Pérez, máximo mandatario del club madrileño. Una relación que no pasa inadvertida como lo demuestra que Zidane retrase dirigir a los parisinos hasta que no jueguen los octavos de final de la Champions, como asegura ‘Telefoot’.

Ambos clubes vivían en armonía hasta que el PSG se cruzó en el fichaje de Mbappé en 2017. El Real Madrid había llegado a un acuerdo económico con el Mónaco, pero el club francés se coló en la operación para convencer al jugador que decidió irse a París por motivos deportivos. La BBC le cerraba el paso y él quería jugar para que su fútbol no se estancase con solo 18 años. Normal. Y más por la negativa de Florentino Pérez a traspasar a alguno de los tres como quería el futbolista. A partir de aquí la relación entre ambas entidades ya no fue la misma por mucho que los madrileños hayan intentado disimular su deseo de fichar al jugador.

LAS RAJADAS DE LEONARDO

Por mucho que han intentado dar una imagen de normalidad con operaciones como la de Keylor Navas aceptando la cesión de Areola, no lo han conseguido. Principalmente porque los intentos desesperados del PSG por ampliar el contrato de Mbappé fue de menos a más para acabar siendo un objetivo imposible. Incluso rechazó los 200 millones que ofreció el Madrid el verano pasado y más tras la petición del jugador de que le dejasen marchar. Los petrodólares no fueron suficientes para tumbar el principal activo del Real Madrid, su prestigio. Mbappé nunca ha escondido que su sueño era defender la camiseta blanca y le quedan cinco meses para cumplirlo.

Entre medias han quedado una serie de capítulos ariscos, de acusaciones y miradas hacia otro lado. "Lleva dos años hablando de Kylian en público, no es normal decir que tarde o temprano acabaría en el club y se lo comunicamos también al club merengue. No está bien buscar así a un jugador, todavía menos si hablamos de uno de los mejores en el mundo. Cosas así deberían ser castigadas. Lo niegan, pero creo que llevan dos años trabajando para fichar a Mbappé”, decía un indignado Leonardo, director deportivo del PSG.

RIVALIZAN POR LOS MISMOS OBJETIVOS

El Madrid se hacía el advenedizo, como cuando emitió un comunicado en 2018 negando tener un acuerdo con el jugador y el PSG. O este invierno desmintiendo que había ofrecido 50 millones para ficharlo. Lo cierto es que desde el equipo blanco han salido voces halagando al jugador y deseando su fichaje, motivo de las quejas parisinas. "Veo una falta de respeto al jugador por parte del Madrid. No es un jugador normal, es de los mejores del mundo, y hablan de él su entrenador, su presidente, su junta, sus jugadores... Es parte de su plan, y es irrespetuoso", se quejaba Leonardo.

Pero los roces continúan por hacerse con otros objetivos y es lo normal. Ambos clubes aspiran tener a los mejores jugadores y pugnan por los Pogba, Haaland, Tolisso, Rudiger, Kessié… La única diferencia es que el Madrid nunca podrá luchar con el nivel adquisitivo que tiene un club-estado y centra su estrategia en el prestigio (y dinero) que da a un futbolista ser jugador del Real Madrid. Su último triunfo ha sido fichar a Camavinga al que el club parisino también quería. La batalla va a tener muchos episodios más por mucho que ambos sonrían a cámara cuando estén juntos.