El Real Madrid llena Cibeles para celebrar el título de Liga

Miles de aficionados madridistas celebran el título de LaLiga con los futbolistas y Ancelotti en el centro de Madrid, con la mirada puesta en la final del 1 de junio ante el Borussia Dortmund

El Real Madrid ofrece la liga número 36 a la diosa Cibeles

El Real Madrid ofrece la liga número 36 a la diosa Cibeles / ATLAS

Sergio Viñas | Isabel Guillén

Una celebración, por concepto, debería ser el punto final de un trayecto. En este caso, el de una Liga brillantemente ganada por el Real Madrid, la 36ª de su inmenso palmarés. Pero no era ese trofeo, de cuerpo presente, el que entusiasmaba a los miles y miles de aficionados presentes este soleado domingo en el centro de Madrid, alrededor de la diosa Cibeles. No. En toda la celebración el título que llenaba los ojos de seguidores y futbolistas es el que aún no está, el que se pondrá en liza el 1 de junio en Wembley ante el Borussia Dortmund. Fue una jornada de festejos ligueros, sí, pero sobre todo de un anhelo popular, de una promesa del vestuario: volver a repetirlo todo, paso por paso, dentro de tres semanas. Solo la Champions, la Copa de Europa, colma de verdad al madridismo.

"Hay que vivir el momento porque es un día mágico. Ya habrá tiempo de pensar en el futuro, que ya sé lo que queremos todos, pero vamos a disfrutar del día de hoy, que es importante", llegó a implorar el capitán, Nacho Fernández, minutos antes de que engalanar a la diosa Cibeles con una bufanda y una bandera del Real Madrid, el icónico clímax de las celebraciones blancas, que se extendieron durante toda la mañana, algo más de cuatro horas y media.

La entrega de la copa

La jornada comenzó, con toda la ristra de actos protocolarios, hacia las 9.30 horas en Valdebebas. Allí, con todos los futbolistas y técnicos ya trajeados, Pedro Rocha realizó su primer acto como presidente de la RFEF. Privado, eso sí, y sin una sola palabra grabada por un solo micrófono. Por descontado, ni rastro de Vicente del Bosque ni de esa comisión con la que el Gobierno aspira a tutelar el organismo federativo. Tampoco asumió protagonismo alguno: entregó la copa, posó para unas fotografías y unos cortes de vídeo y dejó que el Madrid iniciara su celebración.

El Real Madrid celebra su trigésimo sexta Liga

El Real Madrid celebra su trigésimo sexta Liga / AGENCIAS

En dos autobuses, uno con los directivos del club por delante y el otro con los jugadores y entrenadores, la delegación blanca puso rumbo a la Puerta del Sol, donde se ubica la sede de la Comunidad de Madrid, para iniciar el primero de los dos homenajes institucionales. En la entrada de la Real Casa de Correos les esperaba la presidenta de la comunidad, una Isabel Díaz Ayuso que presume de madridismo siempre que puede y que saludó uno por uno a todos los futbolistas. Bueno, a Joselu casi no le saludó, porque el delantero se despistó y pasó de largo: tuvo que advertirle Florentino Pérez de su lapsus.

Ayuso, por descontado, se puso orgullosa la camiseta con su nombre con la que le obsequiaron el presidente y el capitán. De hecho, la presidenta de la Comunidad apareció en el acto con una sudadera del Real Madrid puesta. "Comprar una entrada para ver al Madrid es dinero bien invertido", defendió la dirigente popular, antes que se abriera el balcón de la Real Casa de Correos, desde el que ofrecieron el título a las miles y miles de personas concentradas en Sol.

Fue como un calentamiento de lo que llegaría un par de horas más tarde en Cibeles. "¡Hala Madriiiiiiiiiitttt!", gritó Ancelotti. "¡El loco está aquí!", advirtió Rüdiger. Mientras tanto, desde abajo, gritos de "¡Modric, quédate!", "¡Toni [Kroos], quédate!" y "¡Vinicius, Balón de Oro!".

Las bromas con Almeida

Después, rumbo al Ayuntamiento, donde como viene pasando en los últimos años quien ponía el morbo era el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, fanático absoluto del Atlético de Madrid, quien por supuesto no se puso la camiseta con su nombre que le habían preparado. "Buenos y madridistas días", concedió entre risas, minutos después de que Lucas Vázquez le preguntara: "¿Te has cambiado ya de equipo?". Recordó, de paso, que "sólo hay un partido que no han ganado", que fue, claro, contra el Atlético y le dejó claro a Florentino Pérez que todos los niños presentes en el Ayuntamiento le decían una sola cosa: "¡Presidente, Mbappé, Mbappé, Mbappé!".

El Real Madrid recibe el trofeo de su trigésimo sexta Liga e inicia las celebraciones

El Real Madrid recibe el trofeo de su trigésimo sexta Liga e inicia las celebraciones / Zipi Aragón

Cumplidos los compromisos institucionales, llegó el momento para que jugadores y técnicos se despojaran del traje y se pusieran las camisetas con el dorsal 36 y la palabra 'Campeones'. Se subieron entonces al autobús descapotable y puesto que la sede del Ayuntamiento está en la plaza de Cibeles, se dieron una vuelta por el barrio de Salamanca, hasta la plaza de Colón, para amortizar el vehículo: la alternativa era utilizarlo durante 200 metros mal contados.

Ancelotti, desatado

Allí ya llegaron las imágenes más distendidas, con Ancelotti repitiendo su icónica imagen con un puro y las gafas de sol puestas, como hace dos temporadas, en una foto a la que se sumó esta vez Camavinga junto a los ya 'repetidores' Alaba, Militao, Vinicius y Rodrygo.

Carlo Ancelotti, durante la celebración de la Liga del Real Madrid

Carlo Ancelotti, durante la celebración de la Liga del Real Madrid / Captura de pantalla

Ya en la fuente, Carletto fue uno de los principales animadores, con una frase que pasará seguro a la historia de las celebraciones blancas: "Os quiero mucho. Yo tengo un sueño, quiero bailar con Eduardo Camavinga. Música, maestro". Y al instante, claro, se puso a bailar con el centrocampista francés y el resto de sus jugadores, en la plataforma que rodeaba a la fuente y en la que celebraron el título, micrófono en mano, los futbolistas. Apreciable, por cierto, el nivel de español y su soltura pese a llevar apenas un puñado de meses en España.

A las 13:45 horas, llegó el momento cumbre de la mañana. Nacho se elevó en la clásica grúa hasta la cabeza de la Cibeles y la engalanó con una bufanda y una bandera. Los otros tres capitanes, Carvajal, Kroos y Modric se le sumaron después para las últimas fotografías con el título y la diosa, antes de disolver la fiesta. Al menos, de momento. Porque todo el madridismo confía en repetir dentro de tres semanas. He ahí la promesa.