Llorente, un refuerzo inesperado para el Madrid

Con la recuperación de Casemiro, Solari deberá demostrar si confía de verdad en la cantera

Con la recuperación de Casemiro, Solari deberá demostrar si confía de verdad en la cantera / EFE

X. Serrano

Ni Gareth Bale, ni Karim Benzema, ni Sergio Ramos. El hombre de moda en el madridismo es Marcos Llorente. Un fenómeno del todo imprevisible en el Real Madrid de Florentino Pérez, acostumbrado a idolatrar futbolistas que habían aterrizado en el Santiago Bernabéu previo pago de cantidades económicas desorbitadas.

El primero que no esperaba este repentino protagonismo es el propio canterano, resignado al ostracismo bajo la dirección de Zinedine Zidane, Julen Lopetegui y, hasta hace bien poco, también de Santiago Solari.

Graduación mundial

“Tanto la vida como el fútbol pueden cambiar de la noche a la mañana. Por eso siempre hay que estar trabajando, sin bajar los brazos y, cuando te llegue una oportunidad como esta, aprovecharla”, explicó el centrocampista tras la que será recordada como la actuación que le hizo despuntar definitivamente como jugador del Real Madrid.

Sobre el césped del Sheikh Zayed Sports City Stadium de Abu Dabi, el joven de 23 años desplegó todo su catálogo de virtudes y acabó siendo elegido MVP de la final que le valió al club blanco para conseguir su tercer Mundial de Clubes consecutivo. 

Méritos no le faltaron. Siempre en el lugar adecuado, el madrileño demostró ser un seguro en las coberturas, en especial cuando el Al Ain se proponía contragolpear, y dotó de equilibrio al conjunto capitalino. Más allá de su despliegue físico y fiabilidad en el corte, Llorente también se mostró solvente a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Y lo más importante, redondeó su actuación con un golazo de volea que supuso el 2-0 y encarriló un partido que los blancos no habían sabido cerrar.

De la noche a la mañana

Pese a haber sido objeto de una incesante lluvia de elogios durante los últimos días, el estatus de Llorente en la Casa Blanca era muy distinto hasta hace apenas mes y medio. Descarte habitual en las  convocatorias definitivas, el jugador sopesó la salida del Real Madrid en busca de más minutos. De hecho, en Madrid no se cerraba la puerta a una posible marcha en el marcado invernal si el futbolista seguía pasando más tiempo en la grada que sobre el terreno de juego. 

Pero el destino le reservaba a Llorente una segunda oportunidad. Cuando Casemiro se derrumbó sobre el césped de Balaídos pocos pensaron que el canterano podría acabar sustituyéndole con garantías. Era el 11 de noviembre y a los pocos días el club confirmaría la ausencia del brasileño por al menos un mes a causa de un esguince en el tobillo derecho. 

Inicialmente, Solari hizo un par de experimentos de escaso éxito, como retrasar a Toni Kroos, incómodo de mediocentro destructivo, o apostar por Dani Ceballos como pivote defensivo. Ante el notorio fracaso, el técnico argentino se decidió a darle una oportunidad a Llorente y le alineó de titular ante la Roma, el 27 de noviembre. El joven aprobó la prueba y desde entonces ha saltado de inicio en los siete partidos disputados por el Real Madrid. 

Casemiro vuelve

Pero el cuento de hadas en que vive instalado el joven canterano puede tocar a su fin. Con Casemiro ya recuperado, parece imposible que su rol en el equipo no decrezca. Pese a que el brasileño ha sido un titular indiscutible durante los últimos años, ahora le toca a Solari gestionar la difícil tarea de alternarle con Llorente, para así permitir la progresión del jugador. De lo contrario, su continuidad podría volver a peligrar. Para el técnico, llegó la hora de demostrar si cree en la cantera o solo le echa mano cuando no queda otro remedio.