Florentino y su particular 'cortijo': Así ficha el Real Madrid

Es sabido que el Real Madrid no tiene secretaría técnica, que los fichajes pasan un único filtro, el del presidente Florentino Pérez. El dirigente madridista ha sido capaz de rodearse de un equipo de máxima confianza en lo que a fichajes se refiere. La voz más influyente es en estos momentos es la de Juni Calafat, jefe del área de ojeadores o ‘scouting’, oída siempre la opinión de su mano derecha, José Ángel Sánchez, director general del club.

La confianza y su competencia llevan al presidente a una situación de abstracción en cuestión de fichajes. Como ejemplo les pondremos el caso de Bellingham. El presidente apenas sabía nada del potencial del jugador inglés que pertenecía al Borussia Dortmund. Juni Calafat le presentó el dosier apoyado en la opinión de José Ángel Sánchez y entre ambos le hicieron ver que era ‘el fichaje’. Y lo fichó.

Voz sin voto del entrenador en los fichajes

Se preguntarán cuál es el papel del entrenador del primer equipo. En las reuniones tiene voz, pero no voto. Carlo Ancelotti informa de las necesidades que tiene la plantilla, Calafat pone los nombres sobre la mesa y hacen un análisis junto a José Ángel Sánchez, Santiago Solari, director de fútbol, y el técnico, pero es el presidente el que finalmente decide oídas las opiniones de todos.

Es un sistema sencillo, en el que pueden estar presentes otros hombres de confianza del club, pero la última palabra la tiene Florentino. Valora el impacto comercial de cada contratación una vez hecho el estudio sobre las necesidades deportivas que tienen. Si el elegido es capaz de autofinanciarse, invierten y van a por él. Para el presidente es tan importante, incluso más, la salud económica como la deportiva.

Juni Calafat, el arquitecto del proyecto

Florentino Pérez es un empresario exitoso que sabe rodearse de gente competente en los que delega ese duro trabajo del día a día. Profesionales de confianza a los que acude en caso de dudas. Es muy habitual que los agentes de jugadores le ‘vendan sus productos’ y él los atienda en palcos, cenas, certámenes, etcétera, en esa política de cercanía y relaciones públicas.

Cada vez que alguno le ofrece un jugador, no duda en preguntar a sus asesores, en especial a Calafat, para conocer su opinión sobre el jugador en cuestión. Así se blinda de que le vendan ‘paquetes’, aunque a veces salgan fichajes ‘torcidos’.

En resumidas cuentas, el sistema es simple, con cada uno al frente de una misión y todos se apoyan en el resto para encontrar los mejores jugadores del momento. Calafat está considerado el arquitecto del actual proyecto de la primera plantilla madridista.

Su éxito lo comparte con todo el equipo, porque si de algo hay que ‘acusarle’ es de ser fiel al presidente y a la estructura creada. Calafat ha rechazado ofertas multimillonarias, las últimas llegadas del fútbol saudí y compuestas por muchos ceros.

Fichajes e intermediarios

Florentino Pérez no da puntada sin hilo. Su política es evitar enfrentamientos en la relación del club con otros clubes, agentes e instituciones. Defiende sus derechos en cuestiones puntuales que creen perjudican económicamente a la marca Real Madrid y, en tal caso, no elude la confrontación.

En el capítulo económico de los fichajes, el Madrid no filtra datos, pero se atiene a las reglas del mercado en lo que a comisiones que paga a los intermediarios se refiere y que vienen a ser alrededor del 10%. Un dato relevante fue publicado por Forbes en 2018, en el que aseguran que Jorge Mendes obtuvo 85,88 millones de euros en comisiones de los 850 obtenidos en contratos, y el Real Madrid era uno de sus principales clientes. 

Filosofía de cantera

La Fábrica’ del Real Madrid es una fuente de ingresos para el Madrid. Es otro negociado. Está diseñada como una escuela avanzada de fútbol, en el que solo caben jugadores con proyección a los que se exige, además de talento, disciplina, competitividad y humildad. El club es muy riguroso con estos valores, con un proceso exhaustivo en la selección de sus fichajes. La estructura es sencilla en la pirámide y compleja en la base, con un amplio staff que da servicio a 19 equipos, más los primeros equipos masculinos y femenino que dependen de la cúpula del club.

 Además de formar jugadores, el Real Madrid se marca como objetivo formar personas. Obligan a todos los que pertenecen a sus equipos a continuar con sus estudios y si los captados son de fuera y viven en su residencia de Valdebebas, siguen un plan de estudios en las mismas instalaciones. Porque en la cantera madridista no todos valen. Si fichan un jugador con un tremendo talento, pero indisciplinado, se pone en marcha un mecanismo en un intento de reconducir su carácter y si no lo consiguen, le dan de baja.  

La estructura de ‘La Fábrica’

La estructura de ‘La Fábrica’ es diferente a la del primer equipo. Solari es el máximo responsable pero el jefe de la cantera es Manuel Fernández, hijo del mítico dirigente del club durante 21 años Manuel Fernández Trigo. Fernández Jr. es el relevo de otro mítico Ramón Martínez, uno de los hombres que ha viajado con Florentino Pérez desde su llegada al club, y que decidió ‘colgar las botas’ en 2020 tras varias décadas en el Real Madrid.

Calafat y Sánchez están centrados en el primer equipo, por lo que Fernández y Solari son los principales responsables de los fichajes de la cantera apoyados en el staff de entrenadores y en especial de otro cazatalentos, Andrés Pardo. Ellos son los que hacen la selección tras los informes que les llegan de los ojeadores y que encabezan con tres epígrafes: seguir, interesante y fichar.

Solari, jefe de fútbol

Se da la circunstancia que Fernández era el director de la cantera desde 2020, cuando sustituyó a Martínez. El club decidió sustituirlo por Solari el pasado mes de diciembre. El argentino regresó al Real Madrid en octubre del 2022, desde entonces ha trabajado en el club, pero sin un cargo definido. En este tiempo ha hecho un seguimiento del funcionamiento de la cantera para ser nombrado director de fútbol. Solari es uno de los hombres de confianza del Florentino Pérez.

La estructura se ha ido mejorando con el tiempo impulsada por Ramón Martínez, que ha dedicado toda su carrera al trabajo en la formación, observación y captación de jugadores y en la planificación de los equipos de la cantera. Una herencia de la que se ha beneficiado el club y a la que da continuidad Manu Fernández, que, junto a Solari y el staff de entrenadores de base, seleccionan los informes que elaboran los ojeadores para hacer los fichajes. El argentino también está al frente de la sección femenina apoyado en Ana Rosell, directora deportiva, y María Begoña Sanz, directora general adjunta.

Organigrama del fútbol base

Manu Fernández también dispone de una completa estructura para la captación de talentos, que encabeza Andrés Pardo, al que acompaña un responsable del área administrativa, Alberto Moríñigo, y otro encargado de la formación y la metodología, Fabián Perdomo. Pardo, otro reconocido cazatalentos que llegó del Villarreal, es el responsable final de los fichajes una vez valorados todos los aspectos del jugador y consultadas todas las partes.

A cargo de esta estructura están los 19 equipos filiales, 16 masculinos y tres femeninos. Por encima están los primeros equipos masculino y femenino, que suponen un total de 340 jugadores y jugadoras en todas las categorías con 21 entrenadores con Carlo Ancelotti al frente. Una compleja, pero completa organización en la que todos son eslabones de una cadena que empieza en los prebenjamines y acaba en el Real Madrid Castilla.

Autofinanciación

El objetivo del club es que ‘La Fábrica’ se autofinancie con los jugadores que va formando. Es una universidad de fútbol en la que el deportista se moldea, va aprobando cursos, para llegar el Real Madrid Castilla y desde ahí promocionarse para ser traspasado. Muy pocos dan el salto al primer equipo. En la última década, solo Nacho lo consiguió de manera directa, y otros tuvieron que salir para ser repescados. El último Joselu, que dejó el Madrid con 21 años y volvió con 33.

El Real Madrid invierte entre 20 y 25 millones de euros en mantener la cantera cada temporada. El objetivo es autofinanciarse y, a ser posible, dejar beneficios. El dato positivo es que en la última década ha vendido futbolistas por valor de 330 millones, cantidad que supera por mucho lo invertido en ‘La Fábrica’. En la captación de jugadores no hace dispendios, salvo en casos puntuales y siempre mirando al primer equipo.

Red de ojeadores

El primer objetivo es captar jugadores con potencial, labor que queda en manos de los ojeadores o ‘scouting’. El club blanco tiene una amplia red en Madrid, en el territorio español y fuera de nuestras fronteras. No es tan amplio como se ha dicho, está por debajo de los 50 observadores, pero sí tienen los contactos y soportes necesarios para hacer saltar la luz roja en la ‘sala de fichajes’ cuando aparece un potencial valor.

El club juega mucho con su prestigio para atraer jugadores que se disputa con otros clubes. Una cantera que asegura hacer carrera en el fútbol en caso de subir todos los peldaños, desde prebenjamines hasta llegar al Real Madrid Castilla. Luego, dar el salto al primer equipo es el sueño imposible al que solo acceden los elegidos. Una cadena repleta de eslabones donde la exigencia es máxima y en la que cada jugador está monitorizado con un expediente informatizado, en el que participan entrenadores, psicólogos, nutricionistas y fisioterapeutas que dejan su huella en cada dosier.

Servicios y compensaciones

Una vez fichados, el Real Madrid compensa los desplazamientos, la asistencia médica y educativa e incluso ayudas económicas familiares, especialmente a los que vienen de fuera y siempre dependiendo de las necesidades de cada cual. Los captados que no sean de Madrid tienen sitio en su residencia de Valdebebas, donde viven e intercalan el fútbol con los estudios.

El club exige que los jugadores se formen deportiva e intelectualmente. Sus directrices son duras, rigurosas y completas: formación técnica, táctica, física y educación académica. Quien no las satisfaga, no tiene sitio en ‘La Fábrica’. Va todo unido en esa filosofía que inició Santiago Bernabéu y a la que Florentino Pérez ha pulido y ha dado continuidad.

Salto al profesionalismo

Los jugadores van subiendo peldaños hasta los 16 años, momento en el que firman su primer contrato ‘profesional’, que suele ser de dos a cuatro años, dependiendo de la proyección o circunstancias de cada uno. Hoy en día la amenaza de perder un jugador seguido por otros equipos obliga a hacer esfuerzos para evitar que se vayan, pero el club pone unos límites a esos esfuerzos y acaba llegando a acuerdos con los interesados para mantener la puertas de regreso abiertas en caso de perderlos. Vamos, que no se vuelve loco firmando contratos millonarios a un jugador en formación.

A partir de los 16 años, el Real Madrid observa diferentes maneras de compensar al futbolista que varía según la categoría en la que juegue. El salario va subiendo e incluyendo cláusulas dependiendo de su crecimiento. Si destaca, eleva su cotización hasta llegar al Castilla, donde los salarios oscilan entre los 20 y 100 mil euros dependiendo del rendimiento y objetivos cumplidos de cada jugador. Esa relación contractual comienza en el Juvenil C, pasando por el B, el A, el Real Madrid C y el Castilla.