La decepción de Arda Güler

Arda Güler acabó la Supercopa de España cariacontecido. Ancelotti no le dio la oportunidad de jugar unos minutos en la final ante el Barcelona, en el que ha sido su primer título con el Real Madrid después de pasar un calvario. Al turco se le veía serio al final del partido por no haber tenido la oportunidad de aportar su granito de arena en una final feliz para su equipo.

Ancelotti agotó los cambios, cinco, para dar entrada a esos secundarios que más le han dado esta temporada cada vez que ha recurrido a ellos. Los Modric, Brahim, Camavinga, Joselu y Ceballos han demostrado que pueden ser titulares cuando el entrenador los llama a filas, algo que el turco no ha podido demostrar por la sucesión de lesiones que le han mantenido en la enfermería más tiempo de lo esperado.

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NADIE LE VA A REGALAR NADA

Güler ya sabe que nadie le va a regalar nada en el Real Madrid. Que debe ganarse el puesto y que tiene mucho tiempo por delante para demostrar su talento. Tampoco Fran García y Kepa tuvieron minutos, dos jugadores que sí han participado habitualmente y que podían merecer un reconocimiento a su trabajo, pero Lunin fue elegido por el técnico tras las dudas que dejó el vasco en la semifinal ante el At. Madrid, y el lateral se quedó sin plaza por las limitaciones reglamentarias.

El turco, 18 años, acaba de salir de tres lesiones consecutivas y Ancelotti prefiere ir despacio con él. El italiano tiene el equipo hecho después de seis meses con Güler en la enfermería. Brahim, su competencia directa, se ha ganado los galones hasta el punto de abrir el debate de si merece ser titular en competencia directa con Rodrygo. Pero el turco no ha tenido todavía esa oportunidad.

184 DÍAS SIN JUGAR

Güler debutó en la Copa del Rey ante la Arandina y dejó detalles de su talento. Participó 8 minutos en la prórroga de la semifinal ante el At. Madrid, pero sin aportar más que hacer acto de presencia. Llevaba 184 días desde que fichó por el club blanco esperando su oportunidad y al fin se quitó un peso de encima para no alimentar esa maldición que ha perseguido a algunos jugadores que llegaron al equipo blanco y a los que las lesiones frustraron su estancia.

Hazard fue el último exponente de una frustración que todavía se cierne sobre el turco, aunque su juventud le ofrece esa garantía que el belga no tuvo.Eden llegó al Madrid en puertas de la treintena y las lesiones acabaron con su presente y con su carrera. Güler necesita confianza, restablecerse plenamente y dejar los temores a un lado. Para ello, Ancelotti debe darle minutos, y ni la decepción de no jugar la final de la Supercopa debe afectarle o el Madrid lo devorará.