Solskjaer acumula enemigos

La temporada en la parte ‘red’ de la ciudad de Manchester no marcha según lo esperado. El United no termina de carburar y tras sumar un punto de los últimos nueve, la crisis ha estallado en Old Trafford. Solskjaer está en el punto de mira tras caer este pasado fin de semana ante el Leicester y sobre todo por la reprimenda pública que hizo tras el partido en el King Power Stadium. 

“Últimamente no hemos estado en gran forma, perdimos demasiados puntos y eso es algo que tenemos que mirar. Es posible que tengamos que cambiar y poner piernas frescas”, dijo el noruego.

Unas palabras que recoge el ‘The Sun’ y que se han interpretado desde Inglaterra como una amenaza a algunos de los cracks del equipo. De hecho, se esperan cambios de cara al partido de Champions League contra la Atalanta.

Mal ambiente

Por el momento la directiva del United no tomará una decisión drástica con Solskjaer pese a los malos resultados pero sí le da un ultimátum a para revertir esta situación. Tanto en el campo como fuera. La reprimenda pública no ha sentado bien a muchos de los jugadores de la plantilla como por ejemplo a Rashford.

“Está entrando en los mejores años de su carrera futbolística. Marcus ha hecho algunos cosas fantásticas y reseñables, pero ahora necesita, quizá, priorizar el fútbol”, dijo el técnico sobre el inglés haciendo clara referencia a sus labores sociales y su actividad contra el racismo y las desigualdades sociales. Según ‘The Athletic’, las palabras no han gustado nada a Marcus. 

Tampoco está contento Cristiano Ronaldo que, según fuentes inglesas, no tiene buena relación con Solskjaer debido a su suplencia ante el Everton. Según ‘The Sun’, incluso le pidió al entrenador que le consultara a él antes de tomar decisiones sobre sus suplencias y que el portugués lo quiere jugar todo. 

A la lista se sumó también Paul Pogba tras el 4-2 en Leicester. “Merecimos perder y es frustrante. Hay que hacer cambios y buscar alternativas”, soltó el francés apuntando claramente hacia el banquillo del United.

Entre todo este crispado ambiente, el fin de semana reciben al Liverpool en casa y en el club hay miedo a posibles protestas alrededor del estadio como ya pasó en el partido de la pasada temporada que se tuvo que suspender por las manifestaciones de los aficionados que incluso invadieron el terreno de juego. De momento las cosas se arreglan ganando y sino, Solskjaer tiene las horas contadas.