Guardiola levanta su primera Premier

Pol Ballús

El partido del Etihad Stadium empezó por el final. Horas antes del partido, en la mente de los fans había solo un objetivo: ver como el Manchester City recibía oficialmente el título que les acredita como campeones de la Premier League, justo después del partido contra el Huddersfield. Pasarelas, fuegos artificiales, 60.000 espectadores observando y un estrado donde Vincent Kompany hizo los honores: el capitán levantó la copa al soleado (aunque fuera por una vez) cielo de Manchester.

El exceso de euforia ambiental se palpó segundos después que el colegiado Mike Dean señalara el final del partido, un 0-0 contra el Huddersfield. Parte de la afición celeste saltó al césped como ya hicieron dos semanas antes. Duró unos pocos minutos, los que tardó la parte restante del estadio en reclamarles que volvieran a sus sitios: “Off! Off!”, gritaban los que estaban en sus sillas, impacientes para el homenaje.

Como es habitual, el club preparó el dispositivo a máxima velocidad. Músicos en la línea de cal y balones hinchables a la grada para entretener mientras se montaba un recorrido sobre el césped y se montaba el estrado justo en el centro del campo.

Primero salió el ‘staff’ de fisioterapeutas, seguido por el cuerpo médico del City. Acto seguido, salió el cuerpo técnico de Pep, con Domènech Torrent, Mikel ArtetaCarles Planchart, Lorenzo BuenaventuraXabi Mancisidor y Brian Kidd. Todos ellos ovacionados por la grada. En última instancia apareció Guardiola. El técnico encabezó la expedición con toda su plantilla, un total de 27 futbolistas que han participado en la dinámica del equipo. Y el estadio ovacionó la salida de los suyos.

Enfilaron camino al estrado entre un pasillo formado por todo el equipo de trabajo del club, y finalmente llegaron al punto final. Los futbolistas fueron llamados individualmente, recibieron sus medallas y subieron en el pedastal. Yaya Touré, Sergio Agüero, David Silva y Kevin De Bruyne, las grandes ovaciones. Kompany cogió el relevo y dejó la imagen de la jornada, levantado el trofeo en sus brazos. Los jugadores, como locos detrás.

Con el trofeo entregado, iniciaron una vuelta de honor al campo al ritmo de canciones mancunianas. Sonaron Oasis, David Bowie o Inspiral Carpets, mientras los futbolistas rodeaban al Etihad. Pep Guardiola se quedó al margen, acompañado de su cuerpo técnico, distante de las celebraciones hasta que los suyos se lo llevaron para hacer la foto oficial con la copa. Pocos minutos después, lo cogieron 'staff' y jugadores para mantearlo. No se escapó de ello.

Antes de acabar, saltaron al césped los familiares de los futbolistas. Fotos de rigor y el estadio se fue vaciando. Para los miembros del Manchester City, la jornada de fiesta acababa de empezar. Justo después, todo personal que trabaja para el club se dirigió a una multitudinaria cena en la ciudad. Poco menos de 1000 personas, entre el dispositivo del primer equipo y todas las personas que están en plantilla de la entidad, se desplazaron a una nave industrial alquilada por parte del club para la ocasión. El lunes 14 de mayo, con la liga ya acabada, se realizará una rúa en autobús por el centro de la ciudad. El último de los actos para reafirmar que, esta temporada, Manchester ha sido azul.