Lo del Zalgiris no será un paseo

Jokubaitis, en uno de los partidos contra Zalgiris

Jokubaitis, en uno de los partidos contra Zalgiris / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Creo que el Zalgiris era el rival preferido del Barça. Pero, mucho cuidado con el exceso de confianza. Subestimar a un equipo como el lituano que, año tras año, da la cara en el Euroliga sería un gran error. Saras ha efectuado muchas rotaciones ante el Granada y el Granca en la ACB. Es cuestión de que todos los jugadores se sientan importantes y, también, que lleguen a los dos partidos en el Palau, ante el Zalgiris, sin las piernas excesivamente cargadas. Tranquiliza que Vesely jugara ante los canarios el sábado.

Parece que Abrines, pese a no a pleno rendimiento, también podrá jugar. La duda radica en cómo estará Higgins. No obstante, el perímetro blaugrana está capacitado para asumir una baja en esta posición. Y no hace falta incidir en la importancia de ganar en casa, en especial en el primero de la serie. El Zalgiris tiene sus argumentos. Un equipo serio, trabajado, con talento y que es consciente de sus limitaciones y comete pocos errores. El ritmo será una de las claves. Al conjunto lituano no le gustan los encuentros a tumba abierta. Es de los peores conjuntos en ataque, pero de los mejores detrás. Es decir, pocas posesiones y mucho control. Piezas consolidadas como Lekavicius, Ulanovas, Polonara, el ex blaugrana Smits, Dimsa y buenos complementos como Hayes y Taylor. El Barça ya perdió en Kaunas en la fase regular y, por tanto, está avisado.

IGUALDAD EN EL RESTO DE SERIES

Todo muy abierto. El Olympiacos-Fenerbahce será de traca. La rivalidad de las aficiones es histórica. El conjunto griego ha sido el más regular de la primera fase. Por el contrario, el equipo turco ha ido de más a menos. En sus enfrentamientos directos, el Olympiacos ha sido muy superior, ganando los dos encuentros. Ambas pistas son casi inexpugnables. Un duelo entre dos técnicos enormes. Bartzokas e Itoudis se las saben todas. No menos explosivo será el Madrid-Partizan. A los serbios no los quería nadie como rival.

Sólo el hecho de que en el banquillo está Obradovic produce mucho respeto. Veremos si su presencia condiciona el arbitraje, algo que temen en el vestuario blanco. Es mejor equipo el Madrid, y tiene el factor pista, pero el Partizan es un conjunto incómodo, duro, versátil y que siempre juega al límite. Igualados en triunfos en sus particulares duelos directos en la liga regular.

Tavares debería ser determinante, pero los de Obradovic, pese a no tener cm, cuentan con hombres como Leday o Lessort que tienen mucho oficio. El Mónaco-Maccabi no será más sencillo. El conjunto monegasco ha sido la gran revelación. Un equipo “pequeño” pero muy físico, y muy constante en el esfuerzo. Los israelitas, por su parte, tienen la anarquía por bandera. Capaces de todo, hasta de romper los pronósticos más desfavorables. También se han repartido los triunfos en la fase previa. Mike James contra Lorenzo Brown, casi nada.