Xavi debe olvidarse de crear una familia

Xavi, con semblante serio durante el encuentro ante el Intercity

Xavi, con semblante serio durante el encuentro ante el Intercity / AFP

Joan Vehils

Joan Vehils

Anda preocupado el presidente Laporta y el director deportivo Mateu Alemany. Está intranquilo Xavi y sus colegas del cuerpo técnico y se muestran desconcertados algunos futbolistas por las dudas que generan partido tras partido. Mientras, la afición, desilusionada empieza a desconectar. Presidente, entrenador, futbolistas y aficionados tienen motivos suficientes para pensar que algo no funciona. Es cierto que el Barça encabeza la Liga empatado con el Madrid, pero los dos primeros partidos del 2023 son para echarse a llorar.

El panorama es alarmante y más aún cuando la ridícula victoria en la prologa ante el Intercity fue analizada desde el banquillo como si se hubiera jugado contra un equipo de Primera División. Tras el empate en casa contra el Espanyol, Xavi fue sincero asumiendo que la culpa no fue del árbitro. Sin embargo, el miércoles, olvidó que se habían enfrentado a un equipo que va tercero por la cola de la Primera Federación (antes Segunda B o Tercera), que tiene un presupuesto de cuatro millones, que fue fundado hace solo cinco años y que no jugaba ni en su propio estadio porque tiene una capacidad de 2.500 espectadores.

No hay duda que Xavi se está dejando la vida para que esto funcione; que está las 24 horas del día pensando en clave Barça; que se desvive por sus jugadores; que sabe lo que quiere de cada uno de ellos y que conoce como nadie el modelo de juego deseado. Ni una sospecha al respecto, pero ha llegado el momento de olvidarse de formar una familia y empezar a tratar a sus futbolistas únicamente como profesionales y de tomar medidas con los que no dan la talla. Es decir, como hacía Cruyff o Guardiola.

Si uno no le vale, pues no le vale. Ellos se lo han buscado. Han pasado ya demasiados meses desde su llegada al banquillo y no hay margen para más errores. Así que mejor tener un grupo de futbolistas que resuelvan los partidos que vanagloriarse de haber formado una gran familia. A ningún entrenador le gusta crearse enemigos en el vestuario, pero peor es que los futbolistas te pierdan el respeto. A día de hoy, Xavi sigue siendo el técnico que más cualidades reúne para ser el entrenador del Barça, pero si este año no logra títulos su continuidad será complicada.

A falta de Champions, el club anda necesitado de una Liga. El propio presidente ha explicado que necesitan este título para demostrar que han vuelto. Por tanto, ahora solo vale ganar. Si un futbolista se desvaloriza por no jugar, pero se gana la Liga, no pasará nada. Al técnico le avalarán los resultados. Por el contrario, si acaban el año como una piña, pero sin títulos, saldrán todos en globo.