Opinión

Villarejo une a Rosell, Bartomeu y Laporta

Archivo - El comisario jubilado José Manuel Villarejo sale de declarar en la Audiencia Nacional, a 14 de junio de 2022, en Madrid (España). Villarejo vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados por la investigación del contenido de unas microcintas

Archivo - El comisario jubilado José Manuel Villarejo sale de declarar en la Audiencia Nacional, a 14 de junio de 2022, en Madrid (España). Villarejo vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados por la investigación del contenido de unas microcintas / Carlos Luján - Europa Press - Archivo

Reúnanse, hablen... Ha tenido que ser un comisario de la policía condenado a 19 años de prisión el que ponga un poco de sentido común entre las relaciones personales de los tres últimos presidentes del Barça. Las palabras de Villarejo, en el programa de Jordi Basté en RAC 1, provocaron un efecto en cadena. Tanto es así que Laporta, Rosell y Bartomeu se acogieron a esa vieja consigna que dice que contra el enemigo mejor unidos que cada uno por su cuenta.

El expresidente Rosell, alertado por las palabras del poli retirado en las que venía a decir que el presidente Laporta estaba detrás de la trama que le llevó a la prisión, fue quien lanzó la propuesta de realizar una reunión a tres bandas. Una catarsis entre los tres dijo textualmente. Horas más tarde, Bartomeu, se sumaba a la iniciativa y, Laporta, camino de Oporto, comentó entre los suyos que aceptaría el encuentro, aunque Rosell no se le hubiera puesto al teléfono en ninguna de las cuatro llamadas que le efectuó el día anterior.

Sería bueno que los tres recordaran aquella candidatura conjunta del 2003 en el que el lema electoral decía: ‘Primer el Barça’. Si es así, si lo siguen pensando, reúnanse, siéntense, hablen, discutan y, no hace falta que retomen su amistad, pero den una imagen de personas civilizadas. Los tres juntos tendrán más credibilidad que si cada uno va a la suya. Todos tienen sapos que comerse y errores de los que avergonzarse, pero aparquen por un tiempo sus egos y piensen más en el Barça que en ustedes mismo.

Rosell dijo también que no entraría nunca en una junta de Laporta. Es de agradecer su sinceridad y es normal que piense así porque tienen maneras distintas de gobernar el club. No obstante, eso no quita que puedan aparcar sus discrepancias personales y muestren una cierta cordialidad. Por libre han sufrido ataques muy dolorosos. Ahora, Villarejo se lo ha puesto en bandeja. No desaprovechen la oportunidad. El caso Negreira merece una defensa contundente. Háganla juntos.