Opinión

La semana trágica

Los jugadores del Barça se dirigieron a la afición blaugrana tras caer eliminados contra el PSG en los cuartos de la Champions

Los jugadores del Barça se dirigieron a la afición blaugrana tras caer eliminados contra el PSG en los cuartos de la Champions / Valentí Enrich

Esta puede ser una semana trágica para el barcelonismo. A la durísima eliminación de la Champions se añade el agónico pase a semifinales del eterno rival, el Real Madrid; eso sí, después de un partido en el que el Manchester City dio una lección de juego de posesión y de posición ante un Madrid muy concentrado y atrincherado que acabó llevándose el partido por el método que siempre me ha parecido injusto: los lanzamientos de penalti.

Digo injusto porque el trabajo hecho durante 120 minutos de repente no vale nada ante una tanda de penaltis. Pero bueno, así son las normas y hay que felicitar al Madrid por su victoria.

Dicho esto, el próximo domingo el Barça visitará el Bernabéu en un momento sicológico muy distinto entre los dos equipos: los de Ancelotti se presentan al clásico con la seguridad de tener ocho puntos de ventaja en la clasificación y con la satisfacción de haber resistido al agobiante acoso del City en la Champions.

Por contra, los de Xavi llegan con la frustración de haber sido eliminados por un PSG al que no le faltó ambición y que fue favorecido por la expulsión de Ronald Araújo. Una derrota, por cierto, que ha despertado los viejos fantasmas de un ambiente raro entre algunos jugadores, lo que no propicia nada bueno de cara al domingo. El Barça tiene a favor el probable cansancio del Real Madrid, que se le vio exhausto tras el sometimiento sufrido en Manchester.

Perder el domingo sería el remate final de una semana que podría haber sido muy distinta de haberle ganado al PSG. Aun así, hay que estar con el equipo hasta el final. Una victoria en el Bernabéu ayudaría a remontar en ánimo y en la clasificación. Depende de lo que pase el domingo, lo que queda de temporada puede tener cierto interés, o ya ninguno.