Cómo salir del laberinto Koeman

Koeman, de despedida de soltero con sus dos hijos

Koeman, de despedida de soltero con sus dos hijos / Google

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Las últimas sensaciones apuntan a que Koeman seguirá en el Barça. El propio presidente Laporta así lo deja caer en sus declaraciones: que  si "está en un proceso de reflexión", que "si había unos puntos que puntualizar y unos criterios que unificar", que si "me siento cómodo con él" y, finalmente, que "con Koeman esto va a mejorar y veo más un 1 que un 2 en la quiniela", en referencia a que le ve en casa y no fuera. Es decir, que conforme han ido pasando los días, Laporta ha ido convenciéndose de que el holandés ha de seguir en el Barça. Lo que no sabemos es si ha sido por la imposibilidad de llegar a acuerdos con otros entrenadores, si por falta de cash para pagar la rescisión de su contrato o porque realmente cree en la capacidad de Koeman para liderar el nuevo ciclo. Dirán que la razón es esta última, que para eso están las declaraciones oficiales, pero todo este "proceso de reflexión", especialmente el inicial, el de los silencios que hacían pensar mal, dejará un poso que acaso condicione la futura relación palco-banquillo y, lo que es más preocupante, la gestión del vestuario por parte del técnico. 

RENOVACIÓN. Vamos a ver. En cualquier negocio, tener al máximo responsable desamparado y en duda ante los empleados es sinónimo de inestabilidad y de problemas. En el fútbol, incluso más. Si sigue Koeman, perfecto, pero la cuestión es cómo seguirá. Por mucho que ahora se edulcore el tema con eso del periodo de reflexión y de unificación de criterios y conceptos, bonitas palabras, hay que reconocer el piquito de oro del presidente, aquí han pasado muchas cosas que desautorizan al entrenador ante sus jugadores. Solo hay una forma de salir de este atolladero: fortalecerle de una manera inequívoca para que nos olvidemos todos del debilitamiento al que se le ha sometido. En estos casos solo sirve una renovación y en ello ya trabaja el presidente. Hay que demostrarle confianza y apoyo incondicional; con las palabras, que ya saben ustedes que se las lleva el viento, a estas alturas ya no vale. Salir del laberinto Koeman tendrá un coste y un riesgo económico. Podía haberse evitado, claro, pero eso lo tenían que haber pensado antes.