Raphinha, la palanca que viene

Una de las principales 'palancas' del plan de viabilidad del Barça para la próxima temporada son los nuevos ingresos generados por la venta de futbolistas. En este sentido, hay tres categorías de jugadores que pueden generar beneficios con sus traspasos: los canteranos (Ansu Fati es el primero de la lista), las incorporaciones a coste cero (Kessie es candidato a salir) y los fichajes que se han revalorizado (Raphinha es el principal ejemplo). El objetivo del club blaugrana es conseguir el próximo verano un superávit de 70/80 millones de euros con estas ventas.

Mateu Alemany, en un último acto de servicio al Barça, ya está gestionando estas operaciones con mayor o menor dificultad. Ansu puede ir al Wolverhampton en un intercambio con Ruben Neves. Kessie tiene ofertas de Italia (Juventus) y de la Premier (Tottenham). Y Raphinha puede escoger entre el Chelsea, el Arsenal y el Newcastle. En el caso del brasileño, hay una opción sobre la mesa de 80 millones de euros que, de hacerse realidad, aportaría al club blaugrana un ingreso neto de más 30 millones (costó 55 y ya se ha amortizado un año de contrato). Aunque ha sido titular indiscutible desde la lesión de Dembélé, el extremo es consciente de las preferencias de Xavi por el delantero galo, al que llegó a calificar como el mejor jugador del mundo en su posición. Y, por lo tanto, aceptaría una salida hacia un equipo que le asegurara los minutos de calidad que puede que no tenga en el Barça. 

Todas las operaciones (tanto de fichajes como de traspasos) que se lleven a cabo el próximo verano tendrán una clara connotación económica. La situación financiera del Barça, con su grave problema de 'fair play', obligará a tomar decisiones dolorosas y deportivamente cuestionables. Perder a Raphinha es perder a un futbolista de alto nivel. No es un jugador determinante. Pero ha ofrecido un buen rendimiento durante la ausencia de Dembélé. Sin embargo, la posibilidad de que su venta genere una importante plusvalía de 40 millones obligará al club blaugrana a prescindir de sus servicios. Lo mismo sucederá con Kessie. Y también con Ansu, aunque el canterano parece que se resiste a salir del Barça. Veremos si su representante, el todopoderoso Jorge Mendes, consigue convencerle con argumentos futbolísticos (titularidad) y económicos (un contrato irrechazable).