El Mundial de Clubs es una broma

Modric, en la final del Mundial de Clubs

Modric, en la final del Mundial de Clubs / REAL MADRID

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Un título es un título, pero hay títulos, titulitos, titulillos y luego ya viene el Mundial de Clubs. La pachanga que organiza la FIFA y que ha ganado el Real Madrid es una broma de esas que hace el cuñado en nochebuena y que dibuja una mueca rara entre los comensales porque nadie la entiende. El torneo de la galleta celebrado en Marruecos es una estafa al fútbol promovida por quienes deciden qué, cuándo y cómo deben jugar los que asumen todo el riesgo de una industria a la que nutren pagándolo todo para que los caciques sigan disfrutando de su lucrativo juguete.

La final entre Real Madrid y el potentísimo Al Hilal, el mejor club del continente asiático (ese es el nivel) solo se entiende desde un punto de vista especulativo. Vamos, que este torneo, mucho menos atractivo que cualquiera de los veraniegos que se disputan en España, no sirve para nada. Por supuesto, no merece ni posar entre los muchos trofeos que lucen en el Bernabéu, pero es que ni siquiera debería sumarse al palmarés en la página web blanca.

El Mundial de Clubs es un insulto a la inteligencia, al buen gusto futbolístico. Es,incluso, una falta de respeto para futbolistas como Modric, Benzema o Alaba, que lo han ganado todo. También para Ancelotti y su hijo. Este torneo es únicamente la burda excusa que tiene la FIFA para seguir llenándose los bolsillos a costa del esfuerzo de los clubs. Repasar el palmarés, dominado de forma abrumadora por los campeones europeos, es la mejor forma de confirmar el sinsentido de esta broma en la que siempre ganan los mismos, los que lucen trajes caros y corbatas elegantes desde el palco.