Sin Messi y en una espiral maquiavélica

Messi, durante la entrevista

Messi, durante la entrevista / SPORT

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El desenlace de la operación Messi ha dejado al Barça en una situación muy complicada ante el mercado de fichajes y traspasos que se abre en su horizonte. La inmensa repercusión que tiene todo lo relacionado con Messi y la enorme expectación que había generado la decisión sobre su futuro profesional, ha hecho que ahora todo el mundo tenga claro que el Barça no está en disposición de pagar salarios importantes y, lo que es peor, que tiene que vender mucho para fichar poco.

También, que el tiempo corre en su contra a la hora de convencer a sus objetivos y cerrar las operaciones, como se ha demostrado con Leo. Más allá del carrusel de emociones, relaciones personales e incluso desencuentros puntuales, aquí lo que queda es que el Barça tiene un agujero de 200 millones en el límite salarial y que ni con la marcha de todas las vacas sagradas ha resuelto el problema. Es decir, su debilidad ha quedado expuesta a los ojos de todo el mundo.

COMPLICADO. El Barça entra en una espiral maquiavélica. Primero, vender; luego, fichar gratis y después, si queda algún euro suelto por ahí tras la regla del 4/10 de Tebas, pues se puede pensar en alguna contratación importante. O sea, que de momento tocan incorporaciones a coste cero. Iñigo Martínez, seguro; Gundogan, probable y luego ya veremos. Lo más grave es que los representantes de los jugadores y los posibles compradores de Ansu Fati, Ferran y Kessié saben que el Barça está desesperado por vender y tratarán de aprovecharse, con lo que las ofertas serán a la baja.

Habrá que sudar sangre porque la ventaja la tienen los demás y en esta jauría que es el mercado de fichajes, perder la iniciativa es perder oportunidades. Además, estos tres jugadores no son primeros espadas.

Otra cosa serían los cracks, Pedri, Araujo, Gavi, De Jong… pero estos no están en venta… ¿o sí, si no hay otra manera de ingresar? Este verano será el más complicado si no de la historia, sí de los que los que aquí estamos somos capaces de recordar.

La clave: la debilidad del club ha quedado al descubierto y costará traspasar a buen precio.