Opinión

La Liga del Girona

Portu celebra su gol ante la UD Las Palmas en la primera vuelta

Portu celebra su gol ante la UD Las Palmas en la primera vuelta / Diari De Girona

El Real Madrid ganará esta Liga. De hecho, la puede ganar hoy mismo si el conjunto de Carlo Ancelotti derrota en el Santiago Bernabéu a un Cádiz que lucha por evitar el descenso y horas después el Barça no saca los tres puntos de Montilivi. Pero esta Liga, la 2023-24, será para siempre la Liga del Girona, la Liga de un equipo modesto que fue líder durante unas cuantas jornadas, que plantó cara a los grandes y que con 60 millones de presupuesto será equipo de Champions la próxima temporada.

Y será la Liga del Girona no solo por el espectacular resultado conseguido. Lo será, sobre todo, por el juego que ha desplegado el equipo en la mayoría de partidos, un juego atractivo en el que los jugadores de Míchel han buscado siempre ser protagonistas y dominadores. Un juego con el que plantaron cara al Real Madrid en Montilivi, donde cayó también el Atlético de Madrid, y gracias al cual se llevaron los tres puntos cuando se enfrentaron al Barça en Montjuïc.

Algunos dicen que el Girona es el City B por formar parte del City Group, pero el equipo de Montilivi es mucho más que eso. Es un proyecto con recorrido que va recogiendo frutos. Primero con el ascenso y ahora con una histórica clasificación para jugar la Champions la próxima temporada. Es una idea de entender el fútbol, muy Cruyffista, de la propiedad y también de la dirección deportiva que lidera Quique Cárcel. Él fichó a Míchel por la idea futbolística que tiene el técnico madrileño y él le ofreció la renovación cuando el equipo estaba en zona de descenso en Segunda División A. También él ha armado la plantilla que ha hecho historia. Sí, con alguna ayuda desde Manchester, pero sobre todo con mucho trabajo y apuestas por futbolistas algunos de los cuales no estaban bien en sus anteriores clubes.

Que Aleix Garcia o Yan Couto hayan ido con sus selecciones, que Eric Garcia esté cerca de volver, que el fútbol europeo haya descubierto a un crack como Savinho, que Dobvyk pueda ser ‘Pichichi’, que futbolistas como Miguel, Iván Martín o Tsygankov se hayan revalorizado por mucho es mérito de Míchel. No es casualidad que todos sus jugadores digan que el entrenador les ha hecho mejores por su exigencia y por su manera de entender el fútbol.

Le restan cinco partidos al Girona para acabar el campeonato en los que se va a jugar la segunda plaza con el Barça. La consiga o no, esta será la Liga de un Girona que la próxima temporada disfrutará del himno de la Champions, algo que era impensable en agosto del año pasado y que será una realidad lograda con todo merecimiento.