Cuando los jugadores escuchan a Xavi

Xavi Hernández aplaude a los suyos en el encuentro ante Osasuna

Xavi Hernández aplaude a los suyos en el encuentro ante Osasuna / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El Barça sigue disparado en la Liga y ya está a cinco puntos, con un partido menos, del segundo puesto. La maquinaria de Xavi va engrasándose partido a partido, con algunos bloqueos como el del jueves ante el Galatasaray, que, sin embargo, son subsanables porque el entrenador sabe por qué pasan las cosas. La lección de la Europa League es obvia pero no por ello deja de tener mérito que Xavi la denuncie públicamente: intensidad. "Si no pones un plus, cualquier rival te puede pintar la cara". Fácil, ¿verdad? Pues no tanto, porque la historia está repleta de episodios de falta de este plus que le podemos llamar intensidad, actitud, o coraje.

No todos los entrenadores se atreven a señalar a los jugadores ni todos los jugadores aceptan que su entrenador lo haga. No es el caso de Xavi, que está claro que tiene credibilidad y liderazgo. Pues bien, entendido el mensaje, el Barça fue una máquina ante Osasuna. Presión, rápida circulación de balón, movilidad, desmarques y goles, porque los goles llegan cuando se juega bien y se va a tope.

EL CAMINO ESTÁ CLARO

Escuchado el entrenador y ejecutados los conceptos, hay que poner nombres a la eficacia. Desde luego, el ataque funciona. Dembélé está que se sale y reparte asistencias por doquier, Ferrán marea a la defensa contraria con su movilidad, desmarque y ataque de los espacios y Aubameyang es el cazagoles que pone la guinda. Los tres se asocian como si llevaran jugando juntos toda la vida y en casa (fuera hay que defender más y ya es otra cosa) se une un Alves que es un centrocampista más y hace mucho mejor al extremo de su banda.

Si a esto le unimos un Busquets inspirado y los talentos del centro del campo, ayer Pedri y Gavi, otro día serán De Jong y/o Nico, incluso Riqui se unió ayer a la fiesta, el camino está claro. La primera parte rozó la perfección del estilo y no vale infravalorar al rival, pues este mismo Osasuna empató a cero en el Bernabéu. Y al Bernabéu va el Barça el domingo. Si los jugadores escuchan a Xavi, pueden dar el pelotazo. ¡Ah! y que lo escuchen también el jueves, que primero hay que ganar al Galatasaray.

La clave: el equipo entendió el mensaje de Xavi y el fútbol y los goles brotaron de forma natural.