LA MIRILLA
Hay uno que habría estado orgulloso del Barça
¡Quien no quiera estar, que se vaya! ¿Cuántas veces se ha escuchado esta tesis? Fue el propio Cruyff el primero en defenderla y en ocasiones ha ido variando según los intereses en cuestión. Tener a dos gallos en un mismo gallinero (Ter Stegen y Bravo) era un peligro, pero tanto el entrenador como el club han sabido gestionar con maestría esta tensión que siempre existió bajo los palos. Las declaraciones de ambos siempre fueron nobles, la sangre nunca llegó al río y el Barça ha tenido durante dos años a dos porteros de primer nivel. El relevo de Víctor Valdés no ha sido traumático. Así pues: ¡bingo!
EL SEGUNDO PASO. Cuando los dos porteros acudieron a inicios de temporada a las oficinas para pedir una solución, el club ha reaccionado con certeza quedándose con el joven y el que más proyección tenía. El Barça sabía que se podía encontrar con esta tesitura porque el City lleva tiempo moviendo el árbol para ver qué fruta caía. El Barça dejó caer a Bravo. Vender a un jugador de 33 años por 20 millones de euros es un éxito sin precedentes en la historia del fútbol. No se recuerda un caso igual. Así pues: ¡Segundo bingo!
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