Un gran partido para cicatrizar heridas

Koundé y Miguel Gutiérrez pueden volver a verse las caras en el FC Barcelona - Girona

Koundé y Miguel Gutiérrez pueden volver a verse las caras en el FC Barcelona - Girona / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Temporada larga

Puede que la eliminación de Copa ante el Real Madrid, y con la Liga prácticamente sentenciada para los de Xavi, más aún tras la última derrota del Real Madrid ante el Villarreal, hagan que lo que resta de campeonato se les haga francamente largo a los azulgranas. Sin apenas ningún objetivo por el que luchar, el mantener el nivel y la intensidad competitiva pueden resultar prácticamente imposible.

Es cierto que el duelo ante el Girona es un partido especial. En primer lugar porque llega después de la caída en la Copa y con el orgullo propio herido. El querer compensar el excelente comportamiento de la afición, que ha estado en todo momento con ellos, puede hacerles saltar al campo con un alto nivel de intensidad, pero el resto de campeonato puede resultar eterno para el conjunto azulgrana.

Gol garantizado

Es una deducción lógica si atendemos a una estadística liguera. Esta noche se enfrentan el segundo y el cuarto conjunto mas goleador del campeonato. Sorprende el gran rendimiento goleador del equipo de Míchel, con 42 goles marcados. Pero sobresale especialmente uno de esos datos que hablan bien sobre el rendimiento global de la plantilla. Y es que son 15 los jugadores que se han encontrado con el gol, aunque sin ese goleador contrastado, que en su día fue por ejemplo Stuani. 

El Girona es un equipo alegre, al que le gusta llevar la iniciativa, que no quiere rehuir de salir jugando el balón desde su defensa, limitando hasta el extremo el pelotazo largo para sacarse la pelota de encima. Sin embargo, en esta ocasión, puede que se vea más exigido por el rival que tiene enfrente, si aprieta arriba la salida del balón y no le permite discutirle la posesión, como idea e intención de Míchel.

En la ida, el Girona ya lo puso muy complicado, doblando uno de los laterales -Yan Couto y Arnau-, que podría volver a realizarlo con Valéry, o mantener más el esquema que últimamente le ha dado buenos resultados: 4-1-4-1. En ese dibujo es fundamental el papel de Oriol Romeu como pivote defensivo, con experiencia, saber hacer y con criterio también a la hora de iniciar el juego.

Por detrás, en la línea de cuatro, el sobresaliente Arnau -3 goles ya en sus alforjas-, pretendido por muchos, que además tiene la calidad para meterse por dentro cuando salen jugando el balón, más como interior y dejando la banda para Tsygankov. Santi Bueno, en el eje, es el más fiable en rendimiento, entendiéndose muy bien con un rejuvenecido David López como pareja de centrales. En la izquierda parece que momentáneamente le ha ganado la partida Juan Hernández a Miguel Gutiérrez.

El meta Gazzaniga también dio mayor seguridad al equipo en defensa. En zona de medias puntas, los más peloteros, Riquelme por izquierda, con buen pie y descaro en el desborde, aunque si busca velocidad para la contra, Toni Villa podría tener protagonismo en una de las bandas. Borja García e Iván Villar, como interiores, para asociarse en las combinaciones de ataque. La referencia en la punta volverá a ser Taty Castellanos, fajador nato, que disputa cada balón como si fuese el último, incomodando a los defensores y siempre atento a la finalización.