Goleada balsámica en una noche histórica

Christensen y Lewandowski se abrazan tras el gol del Barça al Betis

Christensen y Lewandowski se abrazan tras el gol del Barça al Betis / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Una plácida goleada es el mejor antídoto para las dudas. El Barça logró este sábado un triunfo balsámico ante el Betis que le acerca un poco más a ese ansiado título de Liga. Los blaugranas mantienen los 11 puntos de ventaja sobre el Madrid (que también venció cómodamente al Almería) a falta de solo 6 jornadas para el final del campeonato. Los culés ya pueden empezar a mirar el calendario para ver dónde se celebrará el alirón. Porque esta Liga, después de tres años de sequía, merece festejarse por todo lo alto.

Tiene mucho valor este título que está a punto de conquistarse si se tiene en cuenta de dónde viene el Barça. La temporada pasada sufrió para clasificarse para la Champions. Esta campaña ganará la Liga con una superioridad abrumadora. Una transformación brutal del equipo de Xavi. El técnico blaugrana puede estar tremendamente satisfecho del trabajo que ha hecho en estos meses, en los que ha conseguido, a pesar de las dificultades, que el Barça vuelva a liderar el fútbol español.

Un total de 25 victorias en 32 partidos con solo 11 goles encajados demuestran la solvencia de un conjunto que ha sabido sobreponerse a todas las circunstancias adversas: desde largas lesiones inoportunas de futbolistas trascendentales (Pedri o Dembélé, por ejemplo) a polémicas extradeportivas como el ‘caso Negreira’. El valor de esta Liga, por lo tanto, es doble.

DEBUT DE LAMINE YAMAL

Venía el Barça de una dolorosa derrota en el campo del Rayo que había provocado más ruido del habitual en el entorno blaugrana. Necesitaban Xavi y sus jugadores un triunfo con autoridad que permitiera afrontar la recta final del campeonato con serenidad y confianza. El Barça hizo olvidar en el Spotify Camp Nou la mala imagen de Vallecas dominando con comodidad a un Betis que se vio superado desde el primer minuto de partido. Los goles fueron cayendo uno tras otro (Christensen marcó en su regreso y después lo hicieron Lewandowski y Raphinha, en una de sus mejores actuaciones) hasta llegar al descanso con un incontestable 3-0.

La segunda parte fue futbolísticamente anecdótica pero sirvió para que Dembélé volviera a jugar unos minutos tras su lesión y debutara Lamine Yamal que, con solo 15 años, se convirtió en el futbolista más joven en vestir la camiseta blaugrana en un partido oficial en este siglo XXI. Fue el perfecto colofón para una noche histórica.