Ganar por la mínima

Ver los partidos del Barça se está convirtiendo en martirio y un deporte de riesgo para los que sufren problemas cardíacos o de estrés

El Barça celebró un triunfo muy necesario en Barbastro

El Barça celebró un triunfo muy necesario en Barbastro / Javi Ferrándiz

Hugo Scoccia

Hugo Scoccia

Hoy era una de esas noches ideales para espantar fantasmas. Tampoco es que un resultado abultado contra un equipo con el Barbastro hubiese significado el resurgir del Barça, pero al menos regalaría al aficionado 90 minutos de satisfacción y no de tortura como viene siendo habitual últimamente.

Año nuevo, pero todo sigue igual. Ver los partidos del Barça se está convirtiendo en martirio y un deporte de riesgo para los que sufren problemas cardíacos o de estrés. Recuerda a ese equipo de principios de siglo con la gran diferencia que ahora en el campo juegan jugadores que, a priori, tienen la calidad suficiente para ganar cualquier copa que se les ponga por delante.

En la teoría, analizando jugador por jugador, es uno de los 5 mejores equipos del mundo, pero a la práctica es de los más aburridos de ver en Europa. Instalados en el peligro de ganar por la mínima -hasta con un cuarta división- el crédito de Xavi Hernández está pendiendo de un hilo si el hilo no está ya roto.

Si el entrenador fuese otro, hace semanas que este hubiese sido destituido. Si los jugadores con su pasotismo están jugando con fuego cada partido, el aficionado juega también con él, aferrándose al romanticismo de ver a Xavi triunfar.

Con el riesgo de no ganar nada y entrar en una espiral de mal ambiente que se puede alargar más de la cuenta. A veces es mejor cortar la raíz que esperar a que florezca una planta muerta. Con Laporta pasa lo mismo, si en su sillón se sentase otro presidente, hace semanas que los pañuelos blancos sobrevolarían las gradas de Montjuic.

Cada día que pasa hay menos esperanzas de que la situación cambie; No se vislumbra por ninguna parte ni siquiera un minúsculo rayo de esperanza y la última oportunidad, es quizás, la Supercopa y la eliminatoria de Champions. Si los resultados y el juego no cambian radicalmente, auguro a Xavi y su Staff un final no deseado por ningún culer. Pero como ellos bien saben, ganar por la mínima no es lo que se espera del Barça.

TEMAS