El Ferrari de Joan Gaspart

Gaspart tiene claras las diferencias entre la marcha de Messi y la de Figo | EFE

Gaspart tiene claras las diferencias entre la marcha de Messi y la de Figo | EFE / Gaspart tiene claras las diferencias entre la marcha de Messi y la de Figo | EFE

Joan Vehils

Joan Vehils

Uno de los protagonistas de la asamblea del FC Barcelona fue el expresidente, Joan Gaspart, seguido de cerca por Josep Maria Minguella. Es de agradecer que barcelonistas como Gaspart y Minguella sigan aportando públicamente su compromiso y su experiencia en favor del club. Es más, algunas de sus aportaciones deberían hacer reflexionar a los actuales gestores del Barça. O sea, a Joan Laporta y los suyos.

Sin ir más lejos, fue Gaspart quien sacó el asunto de apoyar a Gerard Piqué o de realizar un homenaje a Leo Messi, aunque este juegue en el PSG. No era un tema de la asamblea, pero está bien presionar al presidente para que se pronuncie sobre futbolistas que lo han sido todo en el Barça. No obstante, es triste que buena parte del protagonismo de la asamblea se lo lleven dos veteranos de 77 y 81 años. La experiencia es necesaria y siempre hay que escuchar, pero el futuro de la entidad pasa por la juventud.

Si los jóvenes empresarios, ejecutivos, abogados, ingenieros u otros socios que aman al club no se comprometen más con la entidad, mal porvenir le espera al Barça. Y durante la asamblea no escuchamos ninguna reflexión interesante de socios compromisarios menores de 50 años. Tampoco ninguna propuesta ni crítica constructiva. Poco o casi nada. Es verdad que el día, el formato y el horario no facilitaban mucho a la participación, pero el del pasotismo es un síntoma que se repite demasiado en las últimas asambleas y que denota un preocupante desinterés.

Esta vez solo se registraron 830 de los 4.487 socios convocados. La semana para advertir, cuestionar o interpelar a Laporta era esta. Desde la asamblea o desde cualquier otro formato o plataforma. A partir de ahora ya es tarde. Las decisiones están democráticamente tomadas. Así que ya no vale salir a la palestra para quejarse. Ahora solo queda cruzar los dedos, confiar en que Joan Laporta y Eduard Romeu activen con éxito las famosas palancas, que ingresen mucho dinero, que acierten en los fichajes y que el Barça vuelve a ser competitivo.

Y como la semana y la asamblea ha ido de metáfora en metáfora me quedo con la respuesta que Gaspart le dio a Laporta cuando este explicó que al llegar al Barça encontraron el club como un Fórmula uno pero sin gasolina y a un paso de griparse. Gaspart afirmó que eso ya estaba en vías de solución, pero que el problema ahora era otro. ‘A mí me dan un Ferrari y quedo último’. O sea, que el problema ahora es más deportivo que económico. Pues eso, que hay que fichar bien para que no nos pasen por delante algún coche con menos nombre pero con mejor equipo.