El FC Barcelona no es un club de pensamiento único

Joan Laporta, en su discurso ante la Asamblea de Compromisarios 2023

Joan Laporta, en su discurso ante la Asamblea de Compromisarios 2023 / FCB

Toni Frieros

Toni Frieros

En los últimos tiempos las juntas directivas del FC Barcelona han salido bajo palio de las Asambleas de Socios Compromisarios. Podríamos usar la expresión ‘en olor de multitudes’, si bien, en realidad, sería mucho mejor decir ‘en olor de minorías’. 

Más allá de si la asamblea debe ser presencial, telemática, híbrida o como se le quiera llamar, urge encontrar la fórmula mágica para que sean mucho más representativas. Duele a la vista ver a todo elenco de directivos en el Auditori 1899 dirigiéndose a un centenar de personas donde la mitad son ejecutivos o empleados del club.

Dado que el FC Barcelona lleva tiempo trabajando en una nueva reforma de los Estatutos, de la que muy pronto tendremos noticias, no estaría mal que recogiera una propuesta para cambiar el modelo asambleario. Mi propuesta sería que se pudieran apuntar todos los socios que quisieran y, si se sobrepasara el número establecido de más de 4.400, se realizara un sorteo. Hay multitud de socios que querrían ser compromisarios y no pueden desempeñar ese honor porque no salen elegidos.

Fue evidente que la Asamblea de ayer, como las anteriores, la sostuvo Joan Laporta. Su fuerza comunicativa lo eclipsa casi todo. Sin embargo, tanto el presidente como su junta directiva, empleados y socios deberían tener una cosa muy clara: el FC Barcelona es un club plural, no es Corea del Norte, y debe aceptarse la crítica constructiva, la discrepancia, la confrontación de ideas, el debate...

La forma en la que tanto Joan Laporta como Eduard Romeu le hablaron y trataron al senador Jaume Llopis después de su intervención, no debería haberse producido jamás y se alejó de lo que después afirmó el presidente: “El Barça es una democracia y quienes sois críticos, podemos recoger esas críticas para ser mejores como club”.

Llopis podrá gustar más, menos, tener ego, menos, pero en ese momento hablaba como senador del FC Barcelona y no se le puede llamar “demagogo”. Y menos, que Enric Masip pidiera que interrumpieran su intervención. No se le respetó y eso es inaceptable. El FC Barcelona no es un club de pensamiento único. El día que se acepte eso, el Barça estará unido de verdad.