Opinión

La evolución del Barça no se debe solo a la dimisión de Xavi

Xavi Hernández en rueda de prensa

Xavi Hernández en rueda de prensa / Valentí Enrich

No parece muy ecuánime pensar que ahora que el Barça juega bien, compite durante todo el partido y ofrece espectáculo es porque Xavi decidió hace tres meses anunciar en diferido su dimisión. Es verdad que desde entonces los resultados han ido viento en popa y que en París se ofreció la mejor versión del Barça, pero un equipo no cambia por una decisión personal.

Semanas antes de que Xavi explicara su decisión, cuentan que en el vestuario hubo quien comentó que la actual plantilla del Barça era la más floja desde tiempos de Meho Kodro. O sea, desde la última temporada de Johan Cruyff donde el equipo solo logró conquistar una Supercopa de España. Digo esto, porque si la plantilla tuviese un nivel muy bajo, difícilmente podría haber ofrecido la lección de fútbol que se vio en el Parque de los Príncipes.

Xavi también necesitaba una adaptación, necesitaba una cierta experiencia y necesitaba pensar más antes de hablar

Intentó Xavi sacar presión a los suyos y quizá logró ese cometido, pero la evolución del juego se debe única y exclusivamente a sus decisiones. Xavi ha evolucionado durante el tiempo que lleva entrenando al Barça y sus determinaciones, junto con otros hechos imprevistos, han proporcionado esta notable mejoría del equipo.

Por ejemplo, la presencia de Christensen ha dado una estabilidad al centro del campo que antes no existía y, a su vez, ha proporcionado que un chaval como Cubarsí ofrezca una sorprendente seguridad defensiva que antes solo transmitía Araujo. Eso y la mejora de futbolistas como Koundé o la destacada irrupción de Lamine Yamal han llevado al Barça a estar en el mejor momento de la temporada.

A culé no le gana nadie

Dábamos por hecho que Xavi llegaría al banquillo del Barça y el equipo jugaría como cuando él ejercía de futbolista. Pues no, Xavi también necesitaba una adaptación, necesitaba una cierta experiencia y necesitaba pensar más antes de hablar.

Todo indica que lo ha logrado a tiempo. Sí es así, es el mejor entrenador posible para el Barça. Entre otras cosas, porque a culé no le gana nadie.