El vestuario del Barça, preparado: "Será una guerra y estamos listos"

La plantilla tiene asumido que la eliminatoria ni mucho menos está encarrilada

El grupo sabe que el barcelonismo se volcará y se ve con un poderío mental que no tenía meses atrás

PSG - Barça : El doblete de Raphinha

Telefonica

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Superado el inoportuno compromiso de Cádiz, la plantilla del Barça ya tiene los cinco sentidos puestos en el partido del martes contra el PSG. De hecho, la visita al Nuevo Mirandilla no fue capaz de captar toda la atención del conjunto azulgrana. Por más que el discurso de Xavi en la previa del choque fuera otro, la realidad es que en el vestuario empezaron a 'jugar' la vuelta de cuartos de final de Champions en el mismo momento que terminó el envite de ida.

Revalidar el campeonato doméstico es poco menos que utópico y el grupo lo tiene asumido desde hace semanas. La Champions es la gran ilusión. No el ganarla, que es más un sueño, sino el llegar lo más lejos posible. Prudente, la plantilla azulgrana parece estar muy mentalizada de lo que vivirá el próximo martes en Montjuïc: "Será una guerra, pero estamos listos", comentan fuentes del cuadro catalán.

En el Barça tienen claro que la igualdasd con el PSG es máxima, por lo que queda mucho por sufrir. Sin embargo, destacan que la capacidad de saber sufrir que tienen ahora es mucho mayor a la que poseían meses atrás, cuando el grupo era frágil y por momentos jugaba sin acabar de creer en sus opciones. La fortaleza mental del Barça de hoy es la que rescató al equipo cuando los parisinos voltearon el 0-1 en París en apenas tres minutos.

Más unión interna que nunca

La ilusión en el club azulgrana es máxima. La presión, en cambio, ha decrecido una barbaridad en las últimas semanas. Pasar ante el Nápoels significó cumplir con los mínimos y, además, el hecho de no haber estado en ninguna quiniela para ni siquiera alcanzar las semifinales descarga de presión al equipo de Xavi. "Cuando nadie espera nada de ti, cuando te han dado por 'muerto' tantas veces, no existe el vértigo", trasladan.

Ahora mismo, el Barça vive su mejor momento de la temporada. Y de puertas hacia dentro se nota. El ambiente en los entrenamientos es de más unión que nunca, el grupo está 'enchufado' y se respira la tensión habitual de cuando hay premios gordos en juego. Además, el equipo ha recuperado efectivos y los argumentos para creer son tanto los once que salen de inicio como los que pueden entrar en la segunda mitad. El vestuario es un volcán de energía positiva.

Objetivo, evitar el intercambio de golpes

Por su parte, el cuerpo técnico tiene claro que no hay que caer en la trampa. Y, ni mucho menos, en algún tipo de relajación. Se ganó en París y el Barça salió ileso del intercambio de golpes, pero por muchos momentos el envite se basó en idas y vueltas. El 'staff' insiste en que al equipo le interesa atacar con pausa para no entrar en el correcalles que propone el PSG. Mbappé, Dembélé y Barcola -cuando entró- no tuvieron la cuota de acierto que sí tuvo Raphinha, pero el objetivo es evitar llevar el partido a la ruleta rusa de las transiciones.