Empieza la carrera presidencial de Piqué

Piqué

Piqué ha anunciado su retirada del Barça y del fútbol / Pau Barrena

Joan Vehils

Joan Vehils

El video de despedida que Piqué lanzó a través de sus redes sociales se elaboró durante diez días. Es cierto que las escenas del Camp Nou las rodó este mismo miércoles por la noche tras la cena de la plantilla, pero la decisión, grabación, edición y emisión no fue un calentón de hoy para mañana. Buscaron imágenes emotivas de su infancia, grabaron planos desde el ático de su piso de la calle Muntaner y sólo las imágenes en solitario en el centro del estadio fueron tomadas el día antes.

Piqué es un futbolista de los que piensa y no deja casi nada para la improvisación. Mensaje tras mensaje, la familia, los hijos y el ‘volveré´ mirando al palco. Quiero decir con eso que la decisión estaba meditada. Muy meditada. De hecho, desde que este verano Xavi le dejó claro cuál sería su nuevo rol en el equipo ya empezó a barajar la posibilidad de retirarse. Por aquel entonces, Piqué se comprometió con Xavi a dejar de lado sus ‘business’ y centrarse en el equipo. Así se lo aseguró a Xavi y al presidente, pero ni se sentía a gusto con la nueva situación ni tampoco con el compromiso adquirido.

A todo eso, el entrenador lo tenía como un suplente más y el club le empujaba a salir o a rebajarse su sueldo. Eso, su situación personal y las pitadas de parte de la afición le han llevado a tomar la decisión final. ¿Por qué sufrir si no lo necesitas? ,le aconsejaban algunas de las personas de su círculo más íntimo. Así que tomó una decisión que pilló por sorpresa al cuerpo técnico, a sus colegas y al presidente y la junta directiva. A nivel de reputación, Piqué ha ganado la partida. Esta noche recibirá una de esas ovaciones que quedará en la memoria del barcelonismo y en la papelera de la historia irán a parar algunas de sus salidas de tono o esos errores puntuales de los últimos encuentros.

Por su parte, el Barça, y en consecuencia su presidente, tendrán que trabajar a fondo estos días para que la salida de Piqué sea mejor que la de Messi. Es verdad que a nivel económico les hace un favor descomunal, pero la sensación de que el futbolista ha ido por libre no deja en buen puesto al Barça. En fin, que la carrera electoral ha empezado.

Es pronto sí, pero uno no se convierte en candidato en cuatro días. Si Piqué ha tardado diez días en elaborar un magnífico video de despedida, imagínense de lo que es capaza de hacer con dos años por delante. Dos años, que son los que marcan los estatutos para poder presentarse. La imagen mirando al palco y anunciando que volverá no es baladí. Quiere ser presidente y trabajará para ello. No es una vacilada ni un capricho. Es una decisión. De momento, ahora dispone de tiempo para prepararse. Entonces a Laporta todavía le quedará un año de mandato. El ´timming’ es perfecto. Veremos cómo está todo, pero si lo cuadra, no tendrá rival.