El ejemplo de Unzué y el legado de Pep

El legado de Guardiola es eterno. Más allá de los títulos (14 de 18 posibles en cuatro temporadas, incluido el inigualable sextete del 2009) y las goleadas históricas ante el Madrid (del 2-6 en el Bernabéu al 5-0 en el Camp Nou), Pep dejó una herencia única: un fútbol irrepetible. Porque nadie podrá jugar jamás como jugaba el Barça de Guardiola. Y este patrimonio hay que reclamarlo siempre. Y agradecerle al mejor entrenador blaugrana que hiciera disfrutar tanto a los culés de todo el mundo. Por eso, cada vez que el técnico vuelve al estadio recibe un merecido homenaje. Pep ha sido, es y será una referencia.

Lástima que su etapa en el banquillo barcelonista fuera tan corta. Los que le hicieron la vida imposible (desde el palco y, también, desde el vestuario) son los culpables de que el idilio no se prolongara por más tiempo. Guardiola difícilmente volverá al Barça, pero, después de demasiados años de incoherencias, decepciones y fracasos, por fin tiene un digno sucesor en la figura de Xavi. El maestro y el alumno aventajado se reencontraron anoche en el partido benéfico que disputaron Barça y Manchester City con el objetivo de recaudar fondos para la investigación de la ELA, la cruel enfermedad que sufre Juan Carlos Unzué. 

Unzué fue, sin duda, el gran protagonista de este encuentro amistoso con su emocionante lección de vida. Su mensaje en el vestuario y sus palabras en el centro del campo pusieron la ‘gallina de piel’, como diría el admirado y añorado Cruyff, a todo el mundo. Nadie puede mostrarse insensible ante la valiente lucha que el exportero y exentrenador blaugrana está librando contra esta terrible dolencia que, por ahora, no tiene tratamiento ni cura. Por eso Unzué agradeció que los culés demostraran su solidaridad llenando el Camp Nou (91.062 espectadores) y que el Barça evidenciara, una vez más, por qué es ‘més que un club’. Las lágrimas de los muchos amigos que tiene fueron el reflejo de que en esta desigual batalla no está solo.

¿Y el partido? Ambos equipos ofrecieron un buen espectáculo. Había mucho talento en el campo. Tanto en el Barça como en el Manchester City. Y el resultado final (3-3) responde a la enorme capacidad ofensiva de ambos conjuntos, que podrían enfrentarse en la fase de grupos de la Champions que se sortea hoy. Curiosamente, los tres goles blaugranas los marcaron tres jugadores que están en la rampa de salida en esta recta final del mercado: Aubameyang, De Jong y Memphis. Cosas del fútbol...