El efecto Valverde

Valverde ha sumado su primera victoria cambiando la mentalidad del equipo

Valverde ha sumado su primera victoria cambiando la mentalidad del equipo / IGNASI PAREDES

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Casi siempre hablamos o escribimos sobre los goles de Luis Suárez, las paradas de Ter Stegen, la excelencia de Iniesta y la magia de Messi. Es normal. Son las estrellas del Barça. Los futbolistas, al fin y al cabo, son los protagonistas de todo lo que sucede sobre el campo. Ellos son los que ganan y pierden partidos. Y, por eso, son los ídolos de los socios y aficionados. Pero el entrenador también cuenta. Y mucho. No tanto en lo técnico-táctico (que también), sino en lo psicológico. Sobre todo en un club tan grande como el blaugrana. El técnico es el gestor del vestuario y de las emociones que en él se forjan.

Valverde, que todavía no ha conquistado ningún título con el Barça, sí que ha sumado su primera victoria cambiando la mentalidad del equipo. No hay ningún entrenador, por muy bueno que sea (creo, sinceramente, que ni siquiera Guardiola), que pueda enseñarle nada a Suárez, Ter Stegen, Iniesta o Messi. Pero sí puede ayudarles a sentirse más cómodos, más confiados, más tranquilos… Y eso es lo que ha hecho, precisamente, Valverde. Y en un tiempo récord.

Porque el Barça que jugará el sábado en el Bernabéu no tiene nada que ver con el Barça que fue humillado por el Madrid en la Supercopa de España. En apenas cuatro meses, Valverde ha sido capaz de cambiar la inercia de un equipo que había tocado fondo en la recta final del proyecto de Luis Enrique. Y le ha dado un impulso decisivo. El Barça es hoy un equipo solvente y sólido, que no ha perdido ni un solo partido en 24 encuentros de Liga, Champions y Copa. Con 19 victorias y 5 empates. Habiendo encajado solo 8 goles. Unos registros impresionantes que deben ser ratificados en el clásico. 

Nadie duda ya del acierto de contratar a Valverde. El técnico, en silencio, sin estridencias, alejado de las polémicas, está llevando a cabo un trabajo impecable. Y los títulos llegarán. Seguro. Ganar el sábado en el Bernabéu sería dar un paso definitivo hacia el primero de muchos.