Condicionados por Dembélé

Dembélé, ante el Bayern

Dembélé, ante el Bayern / FCB

Ferran Correas

Ferran Correas

Hoy es 17 de diciembre. En quince días, Ousmane Dembélé podrá firmar con cualquier club. Se da por descontado que su representante ya ha negociado con unos cuantos, aunque la normativa FIFA no lo permita. También lo ha hecho con el Barça. A día de hoy, sigue sin dar señales de vida, guardando silencio. No ha recibido la dirección deportiva del club blaugrana ninguna respuesta a la última propuesta de renovación que se le propuso, con una mejora importante respecto a la primera, con una rebaja sustancial en la cantidad fija que ha cobrado el francés desde su llegada al Barça en el 2017 y con importantes variables que le pueden hacer llegar al multimillonaro fijo que le firmó la anteror junta directiva.

El enfado con Dembélé y su representante en la dirección deportiva es monumental. Porque su silencio condiciona buena parte de los planes que tiene Mateu Alemany para reforzar la plantilla este invierno y el verano que viene. Sabido es que el Barça, además de con Dani Alves, quiere reforzar la plantilla durante el mercado que se abre el 1 de enero con dos delanteros. Y uno de ellos es Ferran Torres. Las negociaciones con el Manchester City han existido, pero para que el valenciano pueda llegar, deben salir antes varios jugadores para crear el fair-play que LaLiga obliga a tener para poder inscribir nuevos jugadores. Y deben salir futbolistas con fichas importantes.

Se ha hablado mucho de Coutinho y Umtiti, dos futbolistas con un rendimiento nefasto y que no entran en los planes de Xavi Hernández, pero quien podría tener la llave de la llegada de Ferran Torres es Dembélé. De ahí el enfado con él, por su silencio, porque el francés condiciona los planes de la dirección deportiva.

Tienen en el Barça bastante asumido que Dembélé no renovará, pero no pueden tomar decisiones hasta que reciban una respuesta definitiva por parte del jugador o su representante. “Condiciona muchas cosas”, explican desde el club. Y es que desde la dirección deportiva están dispuestos, por mucho que el jugador sea importante en un equipo con poco desequilibrio, a vender a Dembélé en este mercado de invierno si el jugador decide no renovar. Sabiendo que se marchará seguro en verano con la carta de libertad, sería el momento de conseguir cierto dinero por un traspaso, por pequeño que sea, y de liberar una ficha elevada. Las dos cosas crearían el fair-play financiero necesario para poder inscribir a un jugador como Ferran Torres, que llegaría para sustituir al francés, que tampoco se ha mostrado tan decisivo como se esperaba en los últimos partidos jugados por el Barça.

Así que Dembélé lo condiciona todo. O muchas cosas. Puede tener la llave de Ferran Torres. Y si no, Alexis Sánchez.