Comienza el runrún

El gesto de Laporta con Xavi ante la tensión vivida en el palco

El gesto de Laporta con Xavi ante la tensión vivida en el palco / Marta Fernández/Jordi Gil

Carles Sans

Carles Sans

Es de las pocas veces desde que escribo esta columna de opinión que no sé muy bien qué decir y cómo hacerlo. Veo que el Barça quiere y no puede. Correr, corren; pero mal, llegan tarde. Mientras algunos jugadores se afanan para recuperar la pelota, a otros preocupantemente se les ve más demasiado estáticos. La poca efectividad de cara a portería es desesperante. El miércoles en Champions solo hubo, a mi juicio, dos jugadores con ganas de encarar, y solo a ratos: Lamine Yamal y Balde. Ambos se fueron apagando a medida que la frustración aumentaba.

Que en el Barça haya runrún cada vez que se pierda entra dentro de lo normal; sin embargo, los comentarios de las tertulias de ayer ya empezaban a apuntar algún problema de vestuario que todavía no se consigue distinguir, pero algo hay, dicen. Viendo el partido como el del Amberes, en el que los belgas se defendieron con disciplina y atacaron con velocidad y precisión, al igual que hizo el Girona, ves claramente que la fragilidad del medio campo y, desde luego de la defensa, son una constante en cada partido.

En cuanto a la delantera, sinceramente fui de los que se ilusionó mucho con la llegada de Lewandowski, me reafirmé durante el primer trimestre de la temporada pasada cuando empezó a marcar goles; pero desde el mundial el polaco ha dejado de ser quien fichamos, al menos en cuestión de goles. Raphinha no nos da lo que necesita ahora mismo el equipo, y Joao Félix se apaga y se enciende a partes iguales.

Lo siento muchísimo por Xavi. Sé lo mucho que está sufriendo porque es una persona que siente la responsabilidad y vive lo malo y lo bueno del club como un culer más. Cuando un vestuario no empieza a responderte y entra en un círculo derrotista, debe ser muy difícil avanzar. Pero sigo confiando en él. Hay que hacerlo hasta el final porque en este momento no creo en nadie mejor.

Bien es verdad que todo lo que venga a partir de ahora será decisivo: contra el Valencia hay que ganar, y en la Champions nos esperan equipos muchísimo mejores que el Amberes. Si jugamos como en los dos últimos encuentros, nos esperan tiempos muy complicados con todo lo que conlleva.